Chapter Sixty-Eight

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A Milo no le gustaba la idea de que Cedric se le uniera, pero no tenía una opción realmente, a menos que decidiera poner otra maldición petrificadora sobre el chico, pero eso no funcionaría tan bien una segunda vez, así que rápidamente se quitó esa idea de la mente. Sabía que Cedric solo quería ofrecer su ayuda para proteger a Milo. Parecía que cuando sea que las cosas iban mal, los pensamientos de todos iban a cuando Milo casi perdió la vida en la Cámara de los Secretos. Entendía la preocupación de Cedric, pero no había nada que pudiera decirle para prepararlo para lo que pasaría.

—Escúchame, Cedric —Milo se giró a él al entrar al dormitorio y tomó la raída túnica que Elspeth le dio por su cumpleaños—, todo lo que vas a ver parecerá alocado. Pero necesito que confíes en mí y no entres en pánico.

—Dices alocado, ¿se compara a conocer a Artemisa? ¿Una diosa que te protege? —le susurró Cedric, haciendo un buen punto, pero Milo sacudió la cabeza.

—Puede ser un poco más loco que eso —Milo frunció el ceño antes de pasarle la capa de dementor a Cedric, no quería arriesgarse a que Cedric se metiera en problemas o saliera herido.

—Eh... Milo, tengo mejores túnicas en...

—No es por moda, Cedric, es para protegerte.

Por unos segundos, Cedric se quedó viendo la túnica antes de asentir y tomarla de la mano de Milo. Se la puso con una clara expresión de disgusto en su rostro, sin estar contento por usarla, pero si Milo quería que confiara en él, podía hacerlo. Una vez estuvo listo, Milo se aseguró de que ambos tuvieran sus varitas antes de liderar el camino fuera de la sala común. Pensó en ir a la oficina de Remus, esperando poder robar el Mapa del Merodeador, pero sabía que eso solo aumentaría el riesgo de que los atraparan.

No tenían tiempo que perder, aunque Hagrid no quería que nadie bajara para ver la ejecución o que los atraparan fuera del castillo, Milo sabía que ésa sería su mejor oportunidad para, ojalá, salvar la vida de Buckbeak. Iba a ver si Hagrid estaba bien y luego iría a encontrar a Sirius, con un raro plan que poner en marcha, pero Cedric quería una explicación de por qué estaban escabulléndose fuera del castillo. Sobre todo, quería saber por qué tenía que ponerse la sucia y fea capa.

—Ésa es una capa de dementor —le explicó Milo, sin molestarse en mirarlo por el momento porque estaba seguro de que vería la expresión conmocionada de Cedric. Sobre todo porque podía escucharla en su voz.

—Milo, ¿cómo demonios conseguiste la capa de un dementor y para qué, en nombre de Merlín, vas a usarla?

Milo estaba dando lo mejor de sí para no mentirle a Cedric porque iba a enterarse de una buena parte de la verdad.

—Fue un regalo de cumpleaños —explicó brevemente—, y es muy importante porque mientras la uses, los dementores no te van a molestar. Es mi forma de garantizar que estarás a salvo mientras estamos fuera.

PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora