PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]

Chapter Thirty-Six

M E R O D E A D O R

Sustantivo

Una persona que merodea; un invasor.

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Durante el fin de semana, Milo visitó a su hermano en la Enfermería porque Madam Pomfrey quería asegurarse de que Harry estaba al cien por ciento antes de la mañana del lunes. Aunque el chico tuvo muchos visitantes, era claro ver que Harry aún estaba devastado por haber perdido su primera escoba y Milo no podía culparlo. No podía imaginar cómo se sentiría si perdiera la escoba que su madre le compró, y perderla debido al Sauce Boxeador de todas las cosas. Era una cruel forma de irse para una escoba.

Aunque eso no era lo único que le bajaba el ánimo a Harry. Le confió a Milo que estaba frustrado porque los dementores parecían afectarlo más a él que a todos los demás en el castillo. Todos podían concordar con que los dementores eran horribles y nadie quería estar cerca de ellos de tener la oportunidad, pero Harry parecía ser el único que se desmayaba a su alrededor. Le dijo a Milo que sabía que tendría que soportar las burlas de Draco por los pasillos y salones, pero Milo le aseguró que si Draco quería hacer eso, un hipogrifo no era la única cosa que el chico debía temer que lo atacaría.

Pero por otro lado, cuando todos se dieron cuenta que el profesor Lupin estaba de vuelta, los estudiantes lo saludaron con sonrisas brillantes al poder entrar al salón y verlo en lugar de al profesor Snape. Aunque el rumor de que Milo retó los métodos de enseñanza del profesor Snape circularon por el castillo, sin mencionar que se le añadieron cosas a la historia, como que Milo golpeó a Snape con su libro. El chico tenía el presentimiento de que Ron estaba detrás de tal exageración, pero no se estaba quejando por ello.

Sin embargo, Milo decidió aparecer en el salón de clases de Remus temprano para hablar con su padrino, pero se sorprendió al ver a sus padrinos en el salón. El problema era que ninguno se veía feliz, de hecho, Elspeth se veía más que irritada.

—¡... Está actuando como si todo fuera mi culpa! Pero no lo es, no tengo control sobre los dementores, puedo trabajar con ellos, ¡pero ellos son capaces de tener conciencia propia! ¿En serio cree que enviaría a los dementores tras mi propio ahijado? ¡Cómo se atreve!

Milo se quedó en la puerta, porque ninguno de los adultos se habían dado cuenta de que había llegado. Elspeth continuó quejándose y Milo estaba seguro de que estaba hablando sobre Dumbledore, después de todo, el hombre estuvo furioso por el ataque de los dementores, ¿pero acusar a Elspeth de ayudarlos? Eso era demasiado.

—El, creo que deberías calmarte...

—¿Calmarme? —Elspeth giró hacia Remus, y el salón estuvo en silencio bajo la ira de la mujer—. Te das cuenta de que también te han acusado, ¿no?