Chapter Fifteen

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—Bueno, espero que ustedes tres hayan disfrutado de sus vacaciones —empezó Milo con Fred, George y Lee en su compañía—, porque es hora de trabajar, caballeros.

—Aww, mamá, cinco minutos más —George hizo un puchero con un tono quejumbroso para molestar a Milo por su tono maternal. El chico miró a los tres y de repente, las risas y burlas se detuvieron. Aparentemente, Milo no estaba bromeando. Los chicos no entendían que necesitaba desesperadamente de la distracción para olvidarse de sus problemas personales.

La agenda de Remus se ocupó en los primeros días de clases, considerando que era un profesor, y aunque invitó a Milo a hablar con él en privado en su oficina, Milo decidió no hacerlo. Su padrino tenía sus propios problemas, lidiar con su licantropía no era tarea sencilla, y como Milo leyó, el estrés empeoraba sus transformaciones en luna llena. No quería añadir más estrés a Remus. Los dos eran similares en muchos aspectos de no darse cuenta de lo geniales que era porque no podían ver la forma en la que otros los veían por sí mismos.

Ambos tenían sus inseguridades, viviendo en la sombra de algo, ya fuera licantropía o la idea de vivir en la sombra de ser el hermano mayor del Niño Que Vivió. No creían que eran lo suficientemente buenos por lo que lidiaban en su vida, pero por supuesto, todos a su alrededor que los conocían personalmente pensaban lo contrario. Parecía ser un buen parecido entre padrino y ahijado, pero ambos necesitaban que alguien los sacara de la rutina cuando sus pensamientos dañinos eran muy fuertes como para combatirlos.

Por el momento, Remus tenía a Elspeth y la distracción de su trabajo como profesor, mientras Milo tenía a sus amigos y la distracción de sus clases y entrenamiento como animago. Eran soluciones temporales porque la solución permanente al problema sería que se vieran en una mejor luz. Debían ver por sí mismos la forma en la que los demás los percibían y solo entonces encontrarían su verdadera felicidad. Pero por el momento, distracciones y amigos eran más que suficientes para tener una vida estable. Tenían sus contratiempos y días donde no se atrevían a verse al espejo, pero al menos tenían apoyo.


—Honestamente, tenemos mucho que hacer y nada es simple, lo bueno es que hice un esquema y, usando las habilidades de los cuatro, puede que lo logremos más pronto de lo que esperamos —dijo Milo con una sonrisa.

Le tomó a su padre, junto a Sirius Black y Peter Pettigrew casi tres años tener éxito con el proceso y a su madre, bajo la enseñanza de Dumbledore, todo un año escolar. Milo no esperaba que le tomara tanto como a los Merodeadores, en especial porque ellos tuvieron que hacerlo todo por sí mismos. Pero habían pavimentado el camino para que otros lo intentaran teniendo a un Merodeador en el castillo, y con la madre de Milo siendo la profesora de Transformaciones, probablemente sería más fácil con tal de que se comprometieran con ello.

—Para empezar el proceso debemos tener una hoja de Mandrágora en nuestra bocas por un mes. No podemos sacarla en ningún momento de ese mes, ni cuando comamos o durmamos —empezó Milo y ya podía ver las pálidas expresiones de los gemelos Weasley, mientras Lee se mordía su pulgar—. Si se sale o nos la tragamos, debemos empezar de nuevo.

PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora