Chapter Sixteen

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Milo se acercó lentamente a su padre, un poco nervioso porque parecía que todas las veces que podía reunirse y ver a sus padres era en circunstancias extrañas o estresantes. Una de esas siendo cuando estuvo cerca de morir, así que definitivamente estaba rezando que en esa ocasión no le hubiera ocurrido nada malo. Quizá era su padre actuando como mensajero considerando que Artemisa y él no empezaron con el pie derecho. Pero era una oportunidad perfecta para que Milo confrontara a su padre, y le preguntara por qué la sangre de Harry era considerada corrupta en comparación a la suya.

¿Acaso fue que sus padres hicieron algo diferente entre el tiempo de sus nacimientos? Milo no tenía ni idea, pero como Artemisa sólo le dio una razón vaga, asumió que su padre debía saberlo. Aunque parecía que James no estaba ahí para hablar con el, quedándose en su forma de ciervo, y continuando con su caminata por el bosque. Milo no estaba en la forma de ciervo con la que saludó a sus padres y a Artemisa. En su lugar, se veía justo como lo hacía antes de colapsar en frente de Cedric y Paden.

—¿Papá? —llamó a James—. Papá, por favor, tengo que preguntarte algo. Es importante, es sobre Harry. Artemisa me dijo que su sangre...


James no se molestó en mirar en dirección de su hijo, siguió caminando como si no pudiera escuchar nada de lo que Milo decía. El chico frunció el ceño y se quedó en su lugar; algo andaba mal. De repente, escuchó movimiento detrás de él y se giró, sólo para chillar cuando vio a una criatura negra arremetiendo hacia él. Para protegerse, se quitó de donde estaba para que no lo golpeara, pero la criatura no pareció notarlo.

Milo no era su objetivo.


Al girarse, se dio cuenta de que la criatura era, de hecho, un gran perro negro e iba en dirección de su padre.

—¡Papá! ¡Cui...! —Iba a advertirle, pero James se giró hacia el perro justo cuando éste chocaba con él. Milo lo vio con horror antes de acercarse para ver si James estaba bien, pero después de correr un poco, escuchó risas. Llegó a la escena y se dio cuenta que su padre ya no estaba en forma de ciervo, sino en su forma regular. Sin embargo, no era un adulto, sino que lucía de la edad de Milo. Estaba en el suelo riendo con el perro sobre él, la gran cola negra se balanceaba felizmente, y James aún reía.

—¡Sirius, quítate de encima, idiota!

El chico de gafas empujó al perro fuera de él, y al girar, el perro se convirtió en un chico.

Sirius Black.


Al contrario de las fotografías que adornaban las primeras planes de los periódicos como el Diario del Profeta, Sirius no lucía demacrado ni sucumbido por la locura. Su rostro era joven, libre de estrés, sin mencionar limpio. Su cabello estaba bien cuidado, los mechones negros peinados hacia atrás, y en ese momento, Milo pudo ver el parecido entre Sirius y Silas. En especial cuando ambos sonreían, si Elspeth había sido amiga de Sirius cuando tenía esa edad, Milo podía ver lo difícil que debía ser enfrentarse a su hijo que lucía justo como padre.

PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora