Chapter Forty-Three

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Harry se veía horrible en su primer día del inicio de las fiestas y por más que Milo quería ir con él, fueron Ron y Hermione quienes se le acercaron primero. Dijeron que Harry estaba furioso, quizá no tanto con Milo, sino con toda la situación. Por supuesto, enterarse de que, una vez más, su hermano mayor se había salvado de todo cuando él se quedó sufriendo, empezaba a ser viejo para Harry. Milo tuvo la oportunidad de escapar de los Dursley, había crecido en un hogar feliz rodeado de amor y magia. También tuvo la fortuna de tener a sus padrinos y no descubrir que uno de ellos era un asesino y un traidor de su familia. Parecía que solo cosas malas plagaban a Harry, ¿y se esperaba que estuviera feliz al respecto?

No culpaba a Milo, pero cada que veía a su hermano, era un recordatorio de todo lo que no tenía. Todo lo que pudo haber tenido si las cosas hubieran sido diferentes la noche en la que todo se fue al demonio. ¿Y si Voldemort hubiera ido tras Milo en lugar de él? ¿Y si Milo hubiera recibido la cicatriz en su frente? Harry sacudió su cabeza para despejar sus pensamientos, envidiaba la vida de su hermano, pero no le desearía lo que experimentó a nadie. Aun así, Harry estaba más que furioso, como le explicaron ambos a Milo, el chico estaba buscando vengarse de Sirius. Quería hacer pagar al hombre por lo que creía que Sirius le hizo a su familia.

Pero para añadir al estrés de las fiestas, Milo había recibido una carta de Newt Scamander. Esperaba que se tratara de detalles sobre la pasantía, pero al sentarse en la lechucería, Milo estaba callado, leyendo la carta. No había sonrisa en su rostro, ni sacudidas de emoción por su cuerpo, en su lugar, tenía el ceño fruncido y un agarre firme en su cabello, tirando de él. Desafortunadamente, la palabra de Newt no tenía mérito frente al consejo escolar, o mejor dicho, no tenía ningún mérito frente a Lucius Malfoy, porque Buckbeak recibiría un juicio en el Comité de Exterminación de Criaturas Peligrosas.

La peor pesadilla de todo aspirante y profesional magizoologista.


Las fiestas navideñas no tuvieron un buen comienzo. Lo único que Milo podía decir era el hecho de que estaba realmente feliz por el hecho de que Artemisa le haya permitido a Cedric saber sobre el secreto de los Potter. Para Milo, escuchar que había conocido a su alma gemela temprano en su vida, lo dejó un tanto avergonzado alrededor de Cedric, pero no era algo malo. Cedric también era más tímido de lo usual. Por supuesto, estaban al tanto de que se gustaban, pero la discusión de amor y almas gemelas, era mucho para un par de adolescentes.

Sin embargo, Milo estaba feliz de ya no tener que ocultarle nada a Cedric, pero se preguntó cuánto podría saber Cedric sobre Artemisa y la Cierva de Cerinea. ¿Significaba que ahora Cedric estaba bajo una protección similar a la suya y a la del resto de los Potter durante sus vidas? No pudo preguntarporque Artemisa se desvaneció convenientemente. Pero se aseguró de repasar las reglas con Cedric, es decir, que el chico no podría decirle a nadie sobre lo que había visto o escuchado. Es decir, que no podría contarle a ninguno de sus amigos o a su familia, a lo que Cedric bromeó tristemente que no tenía una familia a la que contarle.

PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora