PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]

Chapter Fifty-Four

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—Mamá, lo siento tanto —susurró Milo a Lily mientras su patronus de gatito finalmente se desvanecía y los dos se quedaron de pie en la oscuridad. No diría que estaba avergonzado, sino mortificado de que su patronus no fuera el usual ciervo o cierva de los Potter. Su madre no dijo nada de una vez, sino que Lily continuó viendo a la distancia. Tuvo que asumir que lastimó los sentimientos de la mujer, de todas las memorias que más felicidad le daban a Milo, había sido una con su madre adoptiva. Lo que, por supuesto, volvió las cosas demasiado incómodas en el claro estando al lado de su madre biológica.

Eventualmente, Lily se giró a él, aún luciendo confundida con sus cejas casi volviéndose una y sus labios un poco separados, viéndolo a los ojos.

—¿Por qué te disculpas, Milo?

El chico tenía una tendencia a disculparse por cosas fuera de su control, y ésta era una de esas veces. No podía controlar cuál sería la forma de su patronus así como uno no podía controlar el resultado de su forma animaga. Todo estaba basado en amor y personalidad, y en ese momento, era claro que el amor de Milo por su madre adoptiva había sobrepasado los estándares de la familia Potter.

—Debió haber sido un ciervo, ¿no? ¿O una cierva? —Milo le respondió, mientras una de sus manos se movía para retorcer uno de sus mechones nerviosamente—. Debí hacer algo mal. Qui-qui-quizá deba en-enfocarme en un recuerdo di-diferente. Puedo hacer eso...

—Milo —Lily rápidamente se dio cuenta de que fue su reacción la que causó que la celebración no durara mucho. Pudo haber estado saltando de emoción por Milo, que había logrado algo en lo que había estado trabajando mucho. Pero en lugar de eso, dejó que un pequeño monstruo llamado celos tomara control de ella por unos segundos. En el más allá, solo deseaba lo mejor para sus chicos, pero a veces, deseaba que fuera ella la que estuviera ahí para sus hijos.

Nunca podría agradecerle a Minerva o a Molly lo suficiente por actuar como madres para sus hijos cuando nadie más lo hizo. Pero las dos mujeres pudieron compartir tiempo y recuerdos que sus hijos admiraban y a veces, Lily creía que sería olvidada. La influencia de Minerva en Milo era tan clara que, si alguien no conociera la verdadera historia detrás de todo, probablemente no tendrían problema en creer que Milo era en verdad el hijo de la mujer.

Le dolía a Lily en ese momento ver a su primogénito llamar a otra mujer "madre" sobre ella, pero no podía culpar a Milo, y no podía enojarse con Minerva por amar al chico como si fuera suyo.

—No tienes que disculparte, cariño —le susurró, intentando ocultar su repentina necesidad de llorar, acercándose y abrazándolo—, lo hiciste muy bien. Tu patronus fue hermoso y es algo de lo que enorgullecerse, no avergonzarse.

Milo se quedó ahí mientras ella lo abrazaba, un silencio cayó sobre ambos por unos momentos antes de que él hablara de nuevo.