-Papá, ya has vuelto... -Me alejo de Samuel de un salto, que sale despedido hasta el otro extremo de la habitación en ese momento. Veo en sus ojos el terror en su más pura escencia, y siento lástima por él.
Supongo que si estuviera en su posición reaccionaría igual, pero como he crecido con eso, es prácticamente parte de mi día a día.
-¡Por supuesto que he vuelto! Esta es mi casa, ¿recuerdas? ¡Y exijo que la respetes, Abril! ¿Podrías por favor explicarme qué significa esto?
-Uhm, si, sí podría hacerlo, pero verás, es una historia interesante...
-¡Lo siento mucho, señor Ros, yo...!
-¡Tú cállate! Deberías irte. Ahora.
-Pero...
-¡No me obligues a llamar a la policía!
-¿La policía? No puedes estar hablando en serio.- No puedo manejar el asombro.
-Estoy esperando, Samuel.
El chico me dirige una mirada casi apologética, y se marcha rápidamente.
Esta es sin duda una historia para contar a mis hijos un día como: "el día que su abuelo enloqueció porque llegó a casa y estaba con mi mejor amigo de la infancia". Eso seguramente dejará huella en sus vidas.
-¿Qué pasa, Abril? ¡No te reconozco!
-¿Qué? ¿Qué pasa contigo?
-¡No te permito que me hables de esa manera!
-¿Qué está pasando? ¿Por qué Samuel estaba saliendo tan alterado? - Mamá se hace presente en la habitación, congelando la tensión en el aire.
-¿Tú sabías que ese... muchacho estaba aquí, Sue? - Pregunta él, tratando de serenarse para referirse a mamá.
-Por supuesto que sí, cariño. ¿Qué clase de madre sería si no supiera con quién está mi hija?
-Es como si no lo supieras. No tienes idea de lo que interrumpí hace unos segundos, ella...
-Por favor, Tomás, tiene casi 18, ¿podrías dejarla en paz?
-Si, "casi". ¿A caso has perdido la razón, Sue?
-No, pero parece que tú sí. Tranquilízate, ¿quieres?
-Esta es una discusión entre Abril y yo, así que te agradecería que te mantuvieras al margen, querida. - Dice, tratando de parecer completamente pacífico. Sí, claro, como si no lo conociéramos lo suficientemente bien como para saber lo que pasa debajo de la superficie.
-Pues Abril también es mi hija, así que también puedo participar.
-Puedes quedarte si quieres, pero no me interrumpas, por favor. Espera a que haya terminado. Tú y yo tendremos que hablar sobre esto luego.
-Es lo justo. - Conviene ella.
-¿Qué hay entre ese chico y tú, Abril? ¿Qué hay de Cedric?
-¿Qué hay con él?
-Creí que ustedes estaban... ya sabes, interesados. -Hace comillas en el aire al pronuncias la última palabra, que a propósito me hace querer vomitar.
-¿Qué se supone que significa eso de "interesados"?
-¿Cómo quieres que lo sepa? Te envió un regalo. ¿Qué más puedo pensar? Que ahora están juntos, lógicamente.
-Déjame ver si entiendo bien esto: estás completamente a gusto con la idea de que este... Cedric y yo estemos juntos a pesar de que conozco al chico hace menos de una semana, ¿pero la idea de que esté saliendo con Samuel, a quien conozco desde incluso antes de dejar los pañales, te revuelve el estómago?
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Las Crónicas de Ashbury: El Libro
FantasyAbril Ros ha regresado a Ashbury después de dos largos años en el exilio, lejos de sus amigos, lejos de su vida, lejos del escándalo que se desencadenó después de esa fatídica noche en el Festival del Destino. Ahora que está de vuelta, tendrá que...