2. Universidad de Ashbury (pt. 2)

540 85 20
  • Dedicado a La mejor agrupación de todas, SMET.
                                    

-¿Abril? ¿Estás bien?

-Esto fue una mala idea. - Digo tras aclararme la garganta. El nudo que comienza a formarse en ella es insoportable.

-¿Qué cosa? - Si no desconfiara tanto de él ahora, casi podría decir que parece preocupado, pero no puedo permitirme admitir semejante cosa. Es más fácil y práctico seguir odiándolo, pues de otra forma episodios como este serán algo muy frecuente, porque difícilmente dejaré de ser novedad, y sinceramente dudo que él vaya a dejar de utilizarme para llamar la atención.

-Voy a casa. - Le digo, volviendo a ponerme la capucha, y corriendo hacia la puerta, lo cual, a decir verdad, no es lo más inteligente que pude haber hecho. Si aún quedaba alguien que no se enterara de mi regreso, acabo de hacérselo ver.

Me detengo por un segundo a la entrada del edificio, sopesando mis posibilidades. Bien, acaba de empezar a llover, así que volver caminando está fuera de la cuestión, pero regresar y pedirle a Cedric que me llevara tampoco estaría bien. ¿Qué clase de salida triunfal sería esa? Ridículo.

Lo ridículo es estar pensando en semejantes estupideces en este momento.

Me dispongo a correr en dirección a la pared de agua helada que parece comenzar a formarse frente a mí, pero me retienen por el brazo, así que no puedo hacerlo.

-¿Puedes decirme qué acaba de pasar? Estoy muy confundido, eso te lo concedo. - Cedric es quien se aferra de mi abrigo para impedir que emprenda la carrera.

-Deberías alejarte de mí. Verónica tiene razón, no vas a conseguir lo que quieres andando conmigo, puedo asegurártelo. Deberías... No lo sé, tocar algún instrumento o algo por el estilo. A la gente le agradan esas cosas, o por lo menos lo prefieren a mí, eso está claro.

-¿De qué hablas?

-¿Es que acaso no viste lo que acaba de pasar? ¿Estás ciego? Ahí adentro, todos... Ellos... Yo no hice nada, en serio, pero no importa que... Es que... ¡Maldita sea! ¿Por qué tenía que pasarme algo así?

-¿Terminaste?

-¿Uh?

-Si, ¿ya has terminado con tu berrinche?

-¿Berrinche? ¡¿Berrinche?! ¡Cómo si la humillación allí adentro no hubiese sido suficiente! Todo el mundo cree que yo...

-¿Qué?

-Que estoy loca.

-¿Y?

-¿Y qué?

-¿Y qué si todo el mundo cree que estás loca? Sin ánimos de ofender, pero les has dado razones de sobra para pensarlo.

-¿Se supone que eso sea consolador?

-Tómalo como quieras, Abril, pero no pienso desperdiciar mi tarde de viernes consolándote porque alguien dijo algo sobre ti.

-No puedo creer que estés diciendo esto. ¿Por qué te molestas si quiera?¿Sabes qué? No me importa. No contestes a eso. Iré a casa y con algo de suerte no tendré que volver a verte en un futuro cercano. Ni lejano tampoco, espero.

-¿Se puede saber qué piensas hacer? ¿Caminar hasta casa?

-Si es mi única opción, entonces lo haré. No es como si el frio me importara, realmente.

-Una cosa es el frío, otra es que los ríos estén por desbordarse, aprende la diferencia. - Si, este es mucho más como el Cedric que recuerdo de anoche.

Bufo y me alejo de él, deshaciéndome de su agarre y camino en dirección al sendero.

-¿En serio piensas irte? - Pregunta

Las Crónicas de Ashbury: El LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora