Capitulo 28

5.6K 482 51
                                    

"Soy todo lo que no ves porque estás demasiado ocupado viendo lo que parezco."

*****

Blake

Salvaje. Indomable.

Eso era Khloe cuando mostraba su ira.

Se movía con fuerza sobre mi hombro a medida que me encaminaba a la salida, llamando la atención de los presentes. Incluso cuando abrí la puerta de la camioneta, que simulaba pertenecer a una empresa de insecticidas, y me adentré en ella antes de dejar a la mujer en el suelo, cuyo comportamiento era semejante al de una leona enfurecida.

El capitán saltó de su silla apenas nos vio entrar, quitándose los audífonos de golpe y lanzándolos sobre el panel de control antes de colocarse a mi lado, evaluando el comportamiento de Khloe que parecía enfurecerse más debido a mis intentos por retenerla.

—Evans, trae el botiquín—ordenó Phillip mirando al nombrado y agachándose a mi lado tratando de calmar a Smith, quien no cedía por más que lo intentáramos.

—¡Suéltame, suéltame, suéltame!

—Smith, debes calmarte—hizo un intento por dejar que se pusiera a la defensiva—. Vamos, Khloe. Soy Brown, no una amenaza.

—¡Déjame!

—Cálmate, Khloe—la tomé por los hombros, eso solo hizo que casi me diera un puñetazo de no ser porque tomé sus muñecas—¡BASTA! —rugí entre molesto y desesperado, agregándole un zarandeo que la hizo detenerse repentinamente y mirarme con los ojos muy abiertos. Me di cuenta de que había sido muy brusco, así que aflojé mi agarre y le susurré sin dejar de ver sus iris verdes oscurecidos por el enojo: —. Basta...

Respiraba entrecortadamente. Haberse quedado quieta me permitió detallar su estado de arriba abajo, buscando signos de que había sufrido alguna agresión. Temblaba ligeramente, de la cabeza a los pies. El sudor empapaba su frente, causando que su flequillo se pegara a esta y gruesas gotas de lágrimas bajaban por sus mejillas enrojecidas. Estaba llorando y ella ni se había dado cuenta.

Como un impulso repentino, pasé una mano por su rostro, limpiándolas con suavidad y me sorprendí al encontrarme preocupado. Esto era una fase distinta que no había visto y me producía una sensación amarga en el estómago. Estaba bajando sus defensas, dejándola en una posición vulnerable que le daba la apariencia de un animal acorralado. Las manos, pequeñas y delicadas, estaban manchadas de sangre que brotaba de sus nudillos y el tormento se escondía en su mirada verdosa, detrás de un sentimiento salvaje.

Capté un movimiento a mi izquierda, William, parecía estar hablando con una de las chicas y este se dirigió a Andrew para susurrarle algo. Traté de no mostrar intriga o algo que sacara a la muñeca de su burbuja y no alterarla de nuevo, pero fue difícil no mostrar mi indignación cuando lo vi tomar una botella de agua de una mochila y meter en esta una pequeña pastilla que se disolvió en cuestión de segundos.

Nadie decía nada, la situación era extraña y rodeada de tensión que me asfixiaba.

—Toma—dijo cuándo se acercó tendiéndome la botella—. Esto la mantendrá tranquila.

La tomé dándole una mirada agradecida y la abrí antes de tendérsela a Khloe, que había logrado conseguir cierto reconforte en mis iris azules, las cuales no dejó de ver mientras ingería el agua.

—Bebe un poco—la animé en voz baja, tomando una de sus manos y pasando mi dedo pulgar por el pulso en su muñeca de forma distraída—. Te sentirás mejor.

La frase me había causado escalofríos, pero lo mandé lejos.

Seguí sus movimientos, notando de que aún temblaba, el pecho le daba pequeños saltos, como si estuviera guardando sollozos y esto se reflejara en él. Seguía afectada y eso no me gustó.

Rojo Pasión [#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora