Capítulo 46

3.2K 277 40
                                    

"Si cometes mil pecados igualmente vas al infierno, entonces porque no cometer un millón y bajar ahí como una leyenda"


~Anónimo

*****

Enero 22 del 2018

Khloe

Hay momentos de la vida en lo que tienes que decidir.

Arriesgarte a la hora de avanzar o quedarte estancado.

Prefiero lo primero. Siempre he preferido lo primero.

Quedarme de brazos cruzados, dejando que todo fluya, siendo controlada, cuando poseo una tolerancia escaza no es una buena idea. Lo mío es estar afuera, estoy harta de ver y actuar conforme a lo que me digan. Pasé mucho tiempo encadenada y es hora de romper la cadena enrollada en mi cuello y empezar a controlar.

Cómo siempre debió ser.

Arriesgo todo lo que tengo por salir. Muchos no lo entenderían y no espero que lo hagan. Este no es mi lugar, no encajo aquí por mucho que intente. Si quiero atacar a Mauro lo haré con mis propias reglas, con mis propias armas, con mis propios contactos. Desapareceré del mapa como debí hacerlo desde un principio y atacaré desde las sombras.

Escaparé.

Seré libre.

A un precio muy alto, pero confío en que sabré como manejarlo. Lo he hecho antes, dudo que no pueda ahora. Ya es el momento de volver al juego.

Son las tres de la madrugada, los bloques de las habitaciones están desiertos. No hay nadie a excepción de mí, asomada por la puerta acomodando la gorra que sobre mi cabeza que va a juego con la chaqueta de uniforme. Repaso en mi mente el camino que tengo que seguir, los pasos que debo dar, como un baile perfectamente ensayado. Todas estas semanas desde el accidente de Blake, he puesto el plan en marcha, con ayuda del dispositivo que me han dado y que sigo sin saber quién demonios fue el responsable de dármelo. Haciendo de lado eso, fue lo bastante eficiente para facilitarme entrar a la matriz de cámaras del cuartel, tiene las herramientas necesarias para hacerlo y eso combinado con mis conocimientos hace todo más menos complicado de lo que ya puede ser. No estuve segura de confiar al principio, todo tiene un precio y el de este sigue sin ser revelado, pero eso dejó de importar conforme pasaban los días y he vigilado cada ruta que me lleva al punto más importante.

El salón de informática.

Hago una parada cada cinco minutos para darle un repaso a las cámaras por medio del móvil que me ha otorgado el acceso a ellas y verifico estar en el punto ciego. Me tocó aprenderme los ángulos hasta dormida, pensando en ellos, viendo grabación por grabación estudiando donde debía estar y pasar desapercibido. Gracias a ellos, las cámaras no me captarán o eso quiero creer. Tengo el tiempo marcado, en mi cabeza llevo la cuenta como un cronometro imaginario sabiendo que debo hacer las cosas con rapidez y precisión. Sin errores y distracciones.

He guardado el móvil en la manga de la chaqueta, ya que no es exactamente grande y dentro mi bota hay un cepillo de dientes que afilé como única arma en caso de que un guardia me vea y tenga que pelear. Parece una tontería, pero hablo en serio cuando digo que cualquier objeto puede ser útil para matar a una persona.

Solo debes saber cómo utilizarlo.

He estado preparándome para esto. No puedo fallar.

La decisión ya está tomada y nadie puede cambiarla.

Rojo Pasión [#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora