Rojo Pasión [#1] ✓

Capitulo 1

"Los dos guerreros más importantes son la paciencia y el tiempo"

~Leo Tolstoy

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Abril 12 del 2015

Cuartel general de las Fuerzas Especiales: Washington DC.

Blake

Camino a paso rápido por las instalaciones del cuartel, tengo que llegar al salón de comando. Es hoy, maldita sea, es hoy.

Es un día importante, la tenemos, por fin tenemos su paradero. Después de cuatro años de búsqueda por todos lados, sin tener ni una sola pista sobre ella, la encontramos. Ahora estábamos esperando su llegada, solo unas horas y la tendríamos a nuestro alcance

En la sala habían varios de mis superiores, entre ellos el capitán Phillip Brown. Él, al igual que yo, tenía tantas ganas de atraparla, estuvo aquí desde el principio y ya era hora de acabar con esto.

Monitores captaban lo que grababan las cámaras de seguridad del aeropuerto. Dos horas, solo dos largas horas y todo esto terminaría.

Me sentía muy cansado, la presión estaba haciendo estragos conmigo, días lleno de trabajo hasta el cuello, noches sin dormir por estar encerrado buscando ubicaciones y nombres, persiguiendo un rastro apenas visible. Sorprendentemente, mi paz mental estaba en manos de una niña de veinte años. Si me hubieran dicho que alguien ocho años menor que yo, me estuviera ganando en este estúpido juego del gato y el ratón, probablemente, terminaría con una patada en el trasero de mi parte.

Eso me pasa por subestimar al oponente. Porque claramente, esa chiquilla posee uno de los expedientes más largos que he visto en mi vida para alguien de su edad.

Era peligrosa, todos sabíamos con quienes se metió y eso nos deja entender la clase de persona que es. La odiaba, a pesar de no haberla visto en persona se había ganado mi desagrado, dañó mi vida sin saberlo y ya es hora de que pague por todo. Cada crimen que ha cometido, tendrá que pagarlo. Y yo me encargaré de eso.

No podía estar más acelerado por la excitación, aunque no lo demostraba. Me mantenía sereno y frío, mostrando una calma que no sentía. Era un sin fin de emociones que sentía en ese momento, el corazón me latía tan rápido que sentía que en cualquier momento se me saldría por la boca.

—Todos a sus puestos, avisa al equipo—informa la general Sanders en dirección al capitán—. Partiremos.

Cada uno de los presentes, incluyéndome, obedeció. Por nada del mundo debía perderme esto. Todo tiene que salir bien o explotaré. Khloe Smith no puede escapar.

Atraparla es mi objetivo.

Paciencia.

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Todos estábamos donde se nos había asignado. Habían alrededor de cinco grupos de hombres a las afueras del aeropuerto, ubicados estratégicamente para no dejar un sitio sin vigilar, esperando la señal para entrar en caso de usar la fuerza.

Dentro de la camioneta en donde me encontraba, estaba William, sargento en informática, quien se encargaba de escanear los rostros de cada persona que entraba y salía del lugar. Más de setecientas cámaras captaban los movimientos de cada viajero. Siendo una gran cantidad de personas que eran ciudadanos de todas partes. Tantas personas de diferentes países y regiones. Una gran variedad y nosotros solo estábamos ahí por una de nacionalidad rusa.