Capitulo 25

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"No le teme a nada, no le importa caminar sola por la tormenta, sabe que si sonríe, no hay sol que se le resista"

~David Sant.

*****

Khloe

—Te diré un secreto, chica unicornio. Arruinas mi cabello y conseguiré la manera de termines igual de calva que Dwayne Johnson.

La chica, quien toma mechones de mi cabello mojado y pintado para después cortarlos, me mira a través del espejo con una mirada inquieta al notar que lo que le digo es cierto. Sabe que sí. Mis ojos no transmiten más que verdad. Soy muy delicada con mi cabello y si intentan dañarlo, tendremos serios problemas.

—No la escuches. Tomate tu tiempo, has que se vea bien.

—Estoy diciendo la verdad, veo un solo mechón partido por la cantidad que químicos para llegar a este color o lo veo disparejo y aquí correrá sangre—advierto con la preocupación burbujeándome en el estómago.

—Smith, estas asustando a la señorita—me reprendió Amber.

Refunfuño como una niña malcriada y termino por callarme la boca. Dejando que la chica con tatuajes y cabello verde termine de cortar lo que parece un flequillo y puedo sentir una gota fría recorrerme la espalda cada vez que escucho el sonido que las tijeras causan al cortar.

Ay Dios del cabello, por favor que no quede igual o peor que una guacamaya, amén.

Después de aquella reunión, en la que casi pierdo la paciencia porque casi no aceptaban mi propuesta de entrar en Nightmare. Phillip nos entregó identidades falsas para poder adentrarnos en el club sin que nadie note quienes somos, añadiendo el hecho de que debo cambiar mi apariencia para no ser reconocida ahí dentro. Por lo que hoy dejaré de ser Khloe Smith para meterme en la piel de Ellen Hensley; una chica de veintisiete años, nacida en Mississippi el cuatro de enero de 1990. O al menos eso dice mi identificación falsa.

—En serio ¿Por qué no tomamos una peluca y ya está? —resoplo con fastidio—. Sería más fácil y rápido que todo esto.

—Porque también son más fáciles de que se caigan y preferimos no correr riesgos—la comisura de su boca se alza cuando la miro mal—. Si te sirve de consuelo, estás quedando bien.

Bufo. Como si ese comentario me ayudara bastante.

—Como sea—digo entre dientes.

Las últimas cinco horas creo que han sido las más largas de mi vida. No me gusta tener mucha gente a mi alrededor, tocándome, encima de mi como moscas fastidiosas, pero es lo que me tengo que aguantar por órdenes de Sanders, que en ningún momento me ha dejado y hace intentos fallidos para que me calle y deje al personal hacer su trabajo. Puedo ser irritante cuando me lo propongo, en eso tenía razón el sargento.

Mi cuerpo se calienta recordando lo que pasó hace exactamente una semana. Cometí la locura de dejar que Blake me viera teniendo sexo con Aarón y fue más que caliente ver como su mandíbula se apretaba en un intento de contenerse. En mi defensa, tengo que decir que nunca esperé tenerlo frente a mi puerta por una razón que desconozco y no me había dado cuenta de que esta no se había cerrado bien hasta que lo vi parado frente a ella, con esa mirada oscurecida que intimidaba y me incendiaba a partes iguales.

Rojo Pasión [#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora