"Hay tanta maldad en el mundo, que los humanos ya no necesitan más de mis servicios—dice el diablo con melancolía, mientras da la vuelta y se echa a dormir"
~Jacinta Escudos
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Khloe
Temblaba. Como si mi cuerpo estuviera siendo sometido a las temperaturas más bajas. Lo único que podía hacer era darme calor con mis propias manos, ya que toda la ropa que llevaba quedó reducida a tirones de tela sucia.
No he llorado, ni una sola vez. Creo que todavía no reacciono, no proceso lo que acaba de pasar. A parte del temblor en mis extremidades, parezco estar vacía, tan solo soy un cascarón. No hay otro sentimiento que me llene que no sea la ira, el rencor y el asco.
Y estaba tan molesta, porque al parecer, todas mis promesas se fueron con el viento. Juré destruirlos, matarlos, no tener piedad con ninguno ¿Y que obtengo al final? Mierda sobre mierda, dolor tras dolor. En poco tiempo ya me tienen al borde de un abismo oscuro del que estoy empezando a dudar si alguna vez saldré. Fue cuestión de días para tenerme llena de grietas, a punto de colapsar sino hago nada que pueda salvarme. Estoy siendo la maldita presa débil que de deja devorar fácilmente y me carcome el odio que siento.
Necesito concentrarme, congelar cualquier humanidad que tenga porque si llego a mostrar más debilidad de que la he dejado ver hasta ahora, no va ha quedar nada de mi.
Cabeza fría, Khloe. Cabeza fría.
Duermo intermitente, la sensación de tener unas asquerosas manos en mi cuerpo me hacen despertar cada cierto tiempo con sobresalto y empiezo a rasguñar mis brazos con desespero, disfrutando de una forma retorcida el dolor al hacerlo, hasta que me rompo la piel y puedo volver a cerrar los ojos. Cada vez que lo hago, siento que puedo respirar con normalidad.
Susurros, toques indeseados, movimientos bruscos, insultos, halagos llenos de burlas, manos, manos y más manos que no quiero que me toquen.
¡No quiero! ¡No quiero! !No quiero!
Despierto sobresaltada otra vez, con el corazón a punto de salir disparado por mi garganta y que por una fracción de segundos se detiene, cuando entre el oscuro lugar logro distinguir la figura de alguien.
Pienso que es mi cerebro jugándome una mala pasada, pero no, hay alguien aquí, y me ve con tanta hambre que lo reconozco aunque no pueda verlo.
—Te ves igual de hermosa cuando duermes—comenta con embeleso, sentado en la misma silla que hace unas horas yo ocupaba—. Te extrañé, bella ragazza.
Contengo el impulso de pegarme más a la pared si es posible, cuando su figura alta e imponente se alza con fluidez. No le tengo miedo, pero después de lo ocurrido no puedo esperar nada bueno cada vez que comparto la habitación con alguien. Mucho menos con Ángelo.
—Qué lastima—chasqueo la lengua mostrándome indiferente, con la voz ronca—. Porque yo no lo hice, ni un poquito.
—Claro, como no hacerlo—se mofa metiendo las manos en sus bolsillos—. Si tenías a semejante partido a tu alcance ¿No es así?
Me rio ignorando el brinco que mi corazón hace al decirme que sabe de él. La sangre me hierve recordando las amenazas en su contra.
El atentado que casi lo mata.
—¿Te duele?—me burlo y finjo un puchero—. No me digas que estás dolido, Ángelo.
Entre los mechones desaliñados de mi cabello rubio-castaño, lo veo acercarse balanceando las manos y estira la boca en un gesto pensativo. Al tenerlo a tan solo unos centímetros de distancia, se agacha y estira la mano hasta llegar a mi nuca, donde agarra un puñado de mi cabello, haciendo que reprima una mueca por la fuerza aplicada y acerca mi rostro al suyo.
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Rojo Pasión [#1] ✓
RomansaPasión: Sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón, como el amor, el odio, los celos o la ira intensos. Sentimiento de amor vehemente, especialmente manifestado en el deseo sexual. PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA ROJO 1. Ro...