Rojo Pasión [#1] ✓

FINAL

“Yo solo quería protegerla de la sociedad”

~Marcial Carranza

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Septiembre 09 del 2018

Base secreta de las fuerzas especiales norteamericanas: Stuttgart, Alemania

Khloe

Hay un zumbido constante cuando comienzo a recobrar el sentido. Las extremidades me cosquillean y soy más consiente de mi entorno, a pesar de que al intentar abrir los ojos todo los que consigo es oscuridad.

Una oscuridad que me deja congelada.

Miro a mi alrededor buscando un poco de luz y encuentro las cortinas corridas, enviando una oleada de pánico que aumenta mi respiración. Creando que mis inhalaciones sean inestables y se me vuelve más difícil de lo que ya es. La inquietud provoca que apriete las manos a ambos lados de mi cuerpo mientras paso mis ojos por toda la estancia, con el pánico haciendo acto de presencia debido a lo pérdida que me siento.

¿Donde estoy?

No sé qué hora es, que es esto y como llegué aquí.

La inquietud va haciendo un hueco más grande en mi pecho a medida que van pasando los segundos y minutos. La oscuridad se me hace cada vez más y más aterradora, que por un momento pienso que estoy de vuelta en Italia y no en una cama de hospital. Casi olvido que todo lo ocurrido ya pasó y el causante de mi infierno ya no está, pero empiezo a dudarlo cuando mis ojos siguen fijos en la nada. Todo en mi duda si realmente la pesadilla ya acabó o sigo dentro de ella, a la espera de una nueva tortura que me dejara con todas mis defensas por el suelo debido a lo débil que me siento.

Todo está bien... ¿No?

Una pequeña punzada de pánico me golpea el pecho y un peso se asienta en mi pecho, cada vez más asfixiante y me inquieta más.

¿Dónde estoy?

Odio la oscuridad, siento que algo siniestro me observa más allá de la boca de sombras en la que estoy metida. Que me acecha con ganas de hacerme daño.

Aprieto un poco más los puños a mis costados buscando la calma, trayendo a mi cabeza lo último que recuerdo antes de caer dormida. Me rebano el cerebro una y otra vez, forzando recuerdo tras recuerdo porque estoy lo suficientemente confundida para tener miedo y no saber que es lo que está pasando.

Algo no anda bien.

El frío se apodera de mis huesos como hielo congelando casa extremidad cuando un nombre rebobina en mi cabeza y la confusión se va convirtiendo en nervios que me hacen temblar y quedarme quiera en mi sitio.

Alemania.

Dijeron que me enviarían a Alemania.

Y no lo quiero. Me negué y me sigo negando, no me voy a mover de Italia a menos que esté acompañada por un sargento de operaciones con cara de amargado. Es eso nada, fui clara y mi exigencia sigue en pie, a lo que por nada del mundo cambiaré. Me importa una mierda lo que digan los demás.

Y el lo sabe, dijo que vendría conmigo.

Justo antes de quedarme dormida.

Lo prometió.

Entonces ¿Por qué siento que algo anda mal? ¿Por qué al despertar la situación sigue sin convencerme? Todavía tengo esa inseguridad, esa voz en mi cabeza que me susurra que nada está bien y que todo va en picada.