Capítulo 3

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"Mantén cerca a tus amigos, pero más cerca a tus enemigos"

~Vito Corleone (el padrino)

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Mayo 02 del 2017

Cuartel General de las Fuerzas Especiales: Washington DC.

Blake

—¿Qué fue lo último que se supo de ellos?—pregunta la general a Sheryl, quien parece ser la única con intenciones de dar una pista sobre la persona que estábamos buscando.

Nos habían dejado a cargo de un operativo que llevaba más de una década activo en estando aliados con fuerzas especiales italianas. Casi treinta y dos años detrás de la misma persona que sabía cómo moverse sin que nosotros lo sepamos. Era tan escurridizo como las ratas.

—Hay imágenes que captan su llegada a un restaurante en Nueva York­­—es lo que responde dejando en la mesa ovalada unas fotos del hombre—. Creemos que pudo haber sido una reunión con las cinco familias, pero esto fue hace tres meses. No hay más información nueva que nos pueda servir.

Suelto un suspiro pasando una mano por el rostro. Esta gente desaparece como la niebla, no dejan rastro y estoy empezando a perder la paciencia.

Observo con detenimiento las fotos, todas tomadas desde ángulos muy lejanos. En la entrada de uno de los restaurantes más caros de la cuidad, rodeado por un buen grupo de hombres, incluyendo a su hijo, el rostro del objetivo principal no se veía bien debido a que tenía el rostro tapado por una bufanda y un sombrero. Tal vez no podía detallarlo con claridad, pero reconocía a su hijo y eso era prueba suficiente para que nos confirmara que era él.

Ahora, teníamos una piedra en el zapato mucho más grande. Las mafias que habían desaparecido están volviendo a tomar los negocios desde hace ya seis años. Más fuertes e igual de peligrosas que en antaño. Gente que se creía ya no volverían a dar problemas, están tomando el control de grandes ciudades. Las cinco familias en Nueva York y las Vegas, al igual que la Cosa Nostra en Sicilia. Atrapar a sus líderes era lo principal, en el pasado funcionó y en la actualidad debe suceder lo mismo.

Nuestro punto en la mira en estos momentos: Mauricio Gambino, uno de los jefes más peligrosos en las cinco familias y en las filas de la Cosa Nostra. Al ser uno de los más fuertes, era la base de todo, la joya de la corona en Estados Unidos y si el caía primero los demás irán después, tal y como una pirámide de cartas. El problema: no tenemos señales de su persona desde hace meses. Simplemente desapareció. Ni una pista, ni siquiera la marca de un zapato y esto es más que frustrante. Estamos en un callejón sin salida, las opciones se nos acaban y se siente como una derrota.

—El capitán Brown y yo solicitamos una reunión con el ministro Houston para hablar sobre posibles opciones y hemos llegado a un acuerdo—habla la general Amber Sanders después de que nadie hace el intento de abrir la boca. Llevábamos horas dentro de aquella sala en busca de alternativas.

Apoya las manos en la mesa y nos mira a todos con una seriedad característica de ella.

—Las cosas no van bien y como dice el dicho, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. La solución que más nos puede servir ahora es utilizar a un testigo, alguien quien ya conoce a la persona que nos estamos enfrentando.

Rojo Pasión [#1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora