Rojo Pasión [#1] ✓

Capitulo 68

"Santa ira, limpia mis restos y ahógalos en cal, antes de que termine esta primavera desvencijada de polvorientas flores blancas"

~Desconocido.

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Blake

La rutina se ha reducido a días colgado sí, y días no. Aguantando palizas. Soportando después de que me arrancaran las uñas. Viviendo en carne viva lo que es dejar que me introduzcan cosas por el culo, luchando contra el dolor causado por los latigazos, las cortadas que hacen al azar y los cigarrillos a medio fumar que me quemaban la piel.

Intenté escapar una vez, y eso solo hizo que todo fuera peor.

A veces, cuando estoy medio inconsciente y mi cuerpo cuelga sin fuerzas; siento como alguien me manosea, me toca el pene, el pecho, incluso llego a pensar que me chupan las tetillas haciendo que sienta lástima por mi, con la humillación y el sentimiento de derrota que se apodera de mi mente. Esa misma que me taladra constantemente con pensamientos de ella, recuerdos e imágenes que desearía poder borrar.

Porque no hay peor tortura que pudieron hacer, que obligarme a ver lo que ellos le hicieron.

Mientras ella se sumergía en la inconsciencia, confundida entre lo que era real y la mentira. Yo tuve que presenciar como le hacían daño, yo vi cada mueca que hacía negándose a suplicar, vi como perdía la cordura, vi cada maldito hombre tocarla de formas que casi me hacían vomitar. Lo he visto todo y no pude hacer nada.

Desde entonces siento algo en el pecho, que se vuelve más grande y no me deja respirar. Destruye desde dentro, se apodera de mi con una rapidez aterradora.

¿Es así como se siente el odio del que Khloe alguna vez habló? Uno que se niega a dejarte en paz, llenándote de unas ganas de acabar con todo aquel que esté cerca sin importar que sea bueno o malo. Uno que solo tiene sed de sangre, que pide al mundo la vida de una persona como pago por cada lágrima que mi muñeca llegó a derramar a escondidas. Si así fuera, todo lo que nos rodea dejaría de existir.

Y estaba dan débil, frágil como el cristal que apenas podía moverse. La vi tan pequeña y vulnerable, que casi me hacía llorar de la impotencia, nunca la había visto como lo hice y deseaba con todas mis fuerzas no volver a verla así en lo que me resta de vida.

La necesidad de salir de aquí con urgencia, buscar a Khloe e irme es demasiado grande. Mi único pase seguro a la libertad es Marcello, hablar con él es saber que está pasando allá afuera pero no lo he visto en el tiempo que llevo aquí metido.

Eso me hace pensar.

¿Sasha sabe lo que está pasando? ¿Sabe que tienen a Khloe? Si es así. ¿Dónde mierda están?

*****

—Despierta.

Abro los ojos ante el llamado cauteloso de una voz familiar.

Las cadenas que retienen mis brazos han sido aflojadas, lo que me permite sentarme en el suelo y son los bastante largas para alcanzar la pared más cercana y recargarme.

—¿Que quieres? —pregunto con la garganta seca.

—Vine a darte un mensaje.

Me acomodo en mi lugar, tocando mi costado izquierdo a la vez que hago una mueca sintiendo dolor. La última sesión de golpes me dejó muy afectada esa zona y no me extrañaría de tener alguna costilla rota. De nuevo.

—¿De quién?—pregunté apretando los dientes con mi cuerpo agonizando en cada movimiento.

Si es Sasha, prometo matarlo cuando salga de aquí.