"He visto la oscuridad, llenando los huecos de mi alma, empapando todas mis suturas, mientras mi inocencia se desangraba en el fango"
~Desconocido
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Khloe
Estoy empezando a creer que todo el mundo tiene un problema conmigo. Siempre veo las mismas expresiones en diferentes rostros que han estado frente a mí.
Desaprobación.
Desprecio.
Identificarlas se volvieron una costumbre tan cotidiana que no me extraña encontrarla en el superior que está cara a cara conmigo. Su miraba dejaba el claro mensaje de que yo me reducía a ser la piedra en su zapato que debía ser desechada.
—¿No tienes nada que decir? —pregunta.
Su figura era totalmente imponente, cualquiera lo sería si midieras casi dos metros y te alzaras sobre alguien que está esposado a una mesa de detención. Sinceramente, este hombre no me asusta.
—¿A parte de que siento las esposas cortarme la circulación? —me encojo de hombros—. Nada, la verdad.
—Te crees muy graciosa ¿Cierto?
Le di una sonrisa perezosa.
—Solo cuando tengo las ganas de serlo, señor—dije con voz suave.
Chasquea la lengua y se pasea por la habitación. Mi corazón aun corre frenético dentro que mi caja torácica. Pensándolo bien, estoy muy relajada en comparación a como estaba antes y ni la presión de saber que va a pasar no puede sacarme de mi trance.
—Te ves contenta—me inspecciona.
—Estoy tranquila.
—¿Por qué? ¿Tuvo que ver lo ocurrido con el capitán Carson con tu reciente baja de adrenalina?
Capitán.
Mmm…
—Tuve mis razones.
—Tus razones no me sirven, no son válidas. La violencia no es tolerada dentro de esta unidad, menos entre nuestros soldados.
Quise reír, pero me mordí la mejilla.
—Las reglas de paz y convivencia y yo no nos llevamos muy bien.
—Esto no es un patio en un centro penitenciario, mucho menos un pozo de peleas clandestinas—reclama con dureza—. Atacaste a un soldado. Ocho apuñaladas fueron suficientes para dejarlo en estado grave y eso es un delito según el código penal militar. Es un delito en todos los códigos. Creí que eras más lista.
—No pueden encerrarme—repliqué tranquila.
Se burló.
—Pareces muy segura.
—Lo estoy—levanté una ceja—. Puede que haya violado su valioso código, pero el castigo no será tan duro como para enviarme lejos. Tu querido ministro no tiene las ganas de hacerlo.
Sus grandes palmas se extendieron sobre el metal de la mesa y su rostro se acercó al mío. Orgulloso y altivo. De cerca, se pueden apreciar las arrugas de su rostro, las canas en su creciente barba y el color de sus ojos. Hice el esfuerzo por no mirar su cabeza calva o me reiría en su cara.
—No te confíes—advierte—. El hombre al que atacaste está en una sala de emergencias, en estado grave. Tu lugar en el escuadrón de Sanders depende de si vive o no. En el caso de que no lo haga, puedes irte despidiendo. Porque ni Sanders, ni el ministro Houston podrán salvarte de los tres años que te esperan en prisión.
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Rojo Pasión [#1] ✓
RomancePasión: Sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón, como el amor, el odio, los celos o la ira intensos. Sentimiento de amor vehemente, especialmente manifestado en el deseo sexual. PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA ROJO 1. Ro...