[52] Infiltración

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♔ CAPÍTULO LII 





El sol posaba en lo alto mientras las olas chocaban contra el barco. El olor salado a mar no pudo pasar desapercibido, incluso si el barco estaba lo suficientemente limpio, dicho olor penetraba en todos lados. 

Para los marineros expertos dicho olor era normal y hasta casi entrañable. Pero para personas que pasaban casi todo su tiempo en la capital, alejados de los exteriores y sin nunca pisar nuevas tierras. Era todo un desafió.

La mayoría de los príncipes Sakamaki tenían una cierta repugnancia a este olor, y por si no fuera poco, el movimiento del barco podía producir mareos y nauseas. Claro que a excepción de Kanato, quien no estaba acostumbrado a montar caballos, y Reiji que odiaba el olor a mar. Nadie mas se veía notablemente molesto por este viaje.

—¡El puerto esta a la vista!—gritó un marinero

El emblema del gremio Alzard relucía junto al brillo del sol. El viento golpeaba la proa junto con nuevos sucesos en la vida de cada integrante de dicho barco.

Cuanto el ancla fue dejada tirada en el fondo del mar, recién los primeros comerciantes bajaron del barco para negociar con los transportistas que habían venido cerca del pueblo para llevar las mercancías extrajeras. Y es que, era bien sabido que cualquier objeto traído del gremio Alzard era seguramente accesible en precio y oferta. Ningún buen comerciante perdería la oportunidad de hacer negocios con ellos.

Pasaron algunas horas antes que el sol bajara y se acomodara en el horizonte. La tarde se anunciaba con su característico color naranja en el cielo.

—¿Cuanto tiempo se supone que debemos estar aquí?—preguntó Ayato algo irascible

Shizu estaba sentada bebiendo una taza de te, su imagen proyectaba una total calma.

—Aun no es el momento adecuado—respondió sin mirarlo

Los príncipes se habían acomodado dentro de la cabina del barco sin salir si quiera en toda la mañana. A pesar que todos estaban ataviados como plebeyos, aun así llamarían mucho la atención si salieran descubiertos.

Shizu les dio aquella ropa, ademas de una capucha para el momento en que decidieran salir. Los únicos que en verdad entendieron la importancia de esta labor fueron Raito y Subaru quienes estaban mas inmiscuidos en el tema de las infiltraciones.

La puerta de la habitación se abrió, era Yuma.

—El carruaje esta listo

Todos los hombre presentes alzaron sus miradas que brillaban con anticipación. Shizu se levantó dejando atrás la mesa y abrochando una capa que cubría la gran parte de su cuerpo, su cabello suelto era lo único visible, con mechones lilas cayendo por su rostro blanco.

—Bien. Caballeros, iremos junto a la familia del comerciante,  he transmitido ya la orden de dar a entender que somos simples plebeyos en busca de sus familiares de este reino, así por favor, apegense a esa fachada—explicó Shizu con calma mientras salia junto a Yuma

—En otras palabras debemos mantener un perfil bajo—dijo Subaru

—Exacto

Reiji acomodó sus gafas mientras bajaba las escaleras. A pesar de que el sol bajó, increíblemente seguía haciendo mucho calor.

『MI PROPIEDAD PRIVADA』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora