『MI PROPIEDAD PRIVADA』

[2] ¡Que Empiece El Concurso!

  ♔ CAPITULO II  ♔ 

Ahí estaba parado en todo su esplendor, el Rey actual del reino Haunted, temido y venerado como su excelencia, poseedor del país más grande en el continente.

Padre de los presentes y un gran Rey, que muy pronto daría a conocer una noticia que estremecería a sus hijos y al reino entero; pero lo que no sabía, era que también cambiaría el destino de estos seis chicos...

—¿Como se encuentran mis queridos hijos?—Tougo trataba de ser amable

—¡¿Que como estamos?!—se alteró ante la pregunta el peliblanco—¡no me digas que nos citaste aquí solo para esa pregunta! ¡¡Escupe de una vez que quieres!!—la paciencia de Subaru estaba tocando fondo

Sus otros hermanos se sintieron identificados con la misma molestia, a ninguno le sobraba tiempo ni tolerancia para quedarse a ver como su Padre trataba de comportarse como un buen padre; después de tanto tiempo que no lo era.

—¿Se puede saber la razón por la que nos llamaste?— se interpuso Reiji ante la mala conducta de su hermano menor—no creo que quieras algo como saber cómo nos encontramos, ¿verdad?

El plan de querer charlar un poco con sus hijos antes que debatir su idea fue un fracaso total, es cierto que a estas alturas no podría actuar como padre, los deberes de la corona nunca le dejaron tiempo para dedicarse a su familia, y como consecuencia, sus hijos no le tienen afecto alguno, es triste, pero fue su culpa, no le quedaba otra que empezar a hablar del tema por el cual se presentó.

—Ejem... —tocio un poco para aclarar la garganta—bueno si tanta prisa tenéis se los diré—los miro fijamente a cada uno de sus hijos, todos habían crecido fuertes e inteligentes.

Shu, por ejemplo, al ser el mayor lideraba la primera tropa más grande del reino, se encargaba de proteger al pueblo, la capital y los Estados Jurídicos, y Legales.

Reiji era experto en la economía y el comercio, podía lidiar con exportaciones e inversiones extranjeras fuera del país, además de proveer la educación en el país.

Raito le ayudaba con las relaciones públicas y políticas, era muy elocuente, sabia como conseguir las cosas a su favor.

Kanato era un ingenioso artista, podía pintar, esculpir y dibujar retratos, sus pinturas eran reconocidas como obras maestras incluso en el extranjero.

Ayato eran también Comandantes, de la 2da y Subaru y 3ra tropa, encargados de defender las fortalezas del Norte y Sur de Haunted, respectivamente, contra los países enemigos Dark y Grinth; cada uno servía de alguna forma al Imperio, y eso le enorgullecía como Rey, y padre.

—Me he dado cuenta que me faltan pocos años para terminar mi vida, debido a esto necesito un sucesor, pero como cada uno se destaca en algo no sé a quién elegir...—antes de continuar vio las caras expectantes de sus hijos, algunos se les notaba más que a otros, con los ojos clavados en él—sin embargo esta mañana se me ocurrió algo—sonrió gatunamente y dijo—, ya que cada uno es tan talentosos en algo, deberán demostrarme como emplean sus fuerzas para mejorar y proteger a este reino, por lo que daré inicio a un concurso que me demostrará cual de ustedes es el mas apto para suceder la corona, pueden hacer lo que más les interese, ¡pero quien consiga honrar al reino Haunted con mayores logros será el próximo Rey!

Los hermanos Sakamaki se quedaron petrificados después del discurso de su padre, en sus rostros se formulo mil y un facetas distintas,  pero apenas recobraron la razón gritaron al unísono.

—¡¡¿EHHH?!!

(...)

►Restaurante◄

Al mismo tiempo, en otro lugar, una bella dama de ojos rosáceos se tropezó.

—¡Waa!—grito Yui al caer

—¡Oye!, ¡¿que rayos haces?!—pregunto un señor de mediana edad calvo, molesto, ya que le había caído la bebida en la camisa, que votó la mesera al caerse.

—¡L-Lo siento mucho! ¡N-no era mi intención!—se excusó la rubia que aun yacía en el suelo

—¡¿Jaa?! ¡¿Como dices niña?!—le grita el señor mientras la agarra de la muñeca para acercarla a el—Si quieres disculparte aún hay otras maneras~

—¡N-no señor, por favor suélteme!—la rubia trató de zafarse de su agarre pero no lo consiguió, mientras el señor aprovechó esto para agarrarla de la cintura y acércala más a su rostro.

A punto de besarla, aparece alguien detrás de ellos, quien agarra a Yui por la espalda y la libera del agarre del sujeto.

—¡¿Y tú quién eres?!—se para de su asiento molesto por el acto

Yui solo lo mira con curiosidad y voltea a ver a su salvador

—Lo siento mucho estimado cliente pero no damos ese tipo de servicio en este restaurante—dice en voz alta y amargada—como jefe del local le compensare la ropa mojada si lo prefiere, pero no vuelva a tocar a nuestras meseras—esta vez sonreía falsamente para que entendiera la indirecta.

—Yuma-kun—le miró una sorprendida Yui

Los demás comensales del restaurante miraron la escena y al hombre supuestamente "pervertido" que se quiso pasar de listo con la mesera de manera desagradable.

Al notar las miradas, el señor se avergonzó, y se fue del lugar lentamente con el cabeza gacha, cohibido.

—Etto...,gracias Yuma-kun—le dice tímidamente Yui

—¡Mesubuta! Sabes que no debes causar disturbios en el restaurante, ¡ya te lo he dicho varias veces!—su enojo era notable—¡¿acaso tu cabeza está llena de aire?!—le reprendió

—Pe-perdóname Yuma-kun—hizo una reverencia como disculpas—sé que aún no soy buena en esto, pero ya no te causare más problemas—le dice la rubia aún inclinada

—Bueno, está bien...—suspira, el peli marrón sonríe un poco después

—Yuma-kun—le mira sorprendida la ojirosa, después de todo, normalmente le gritaría más, sin importarle el sitio donde estén, hoy parece más amable.

—Pero no te confundas—interrumpe a Yui de su trance—la próxima vez que lo hagas te despediré—Yuma la ve serio

—Si lo sé—pone un semblante triste—¡haré mi mejor esfuerzo!. Gracias Yuma-kun—le muestra una sonrisa tierna típica de ella, para luego alejarse de él, dirigiéndose a levantar el vaso que minutos antes tiro

—No tienes que agradecerme—Yuma se encamina a la cocina a seguir con sus labores—Idiota...—murmura levemente sonrojado.

Así comienza otra mañana en el restaurante Lucky

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