『MI PROPIEDAD PRIVADA』

[1] Convocatoria

♔ CAPITULO  I  ♔ 

►Miércoles 28 de Febrero, Año 1304◄

8:01 a.m.

Era una mañana tranquila como cualquier otra, todas las cortinas abiertas como siempre, las sirvientas arreglando y preparando el desayuno para los Príncipes y el Rey.

》Habitacion de Karl Heinz《

El Rey Karl Heinz, se levantaba de su cama y se ponia sus pantuflas.

Camina hacia el gran ventanal de su habitación, y como era su costumbre, se quedaba ahí parado unos minutos, observando como las aves vuelan.

Narra Karl

Parece un buen día hoy, el sol ha salido y hay mucho movimiento allí abajo, hoy necesito planear la cena con el ministro, la comercialización del higo al imperio vecino, el baile de bienvenida a...

—¿Uhmn? ¿Qué es esto?—miraba fijamente su reflejo en la ventana, se quedó algo aturdido de descubrirlo lo impensable—me están saliendo arrugas—dijo en tono seco—es cierto, las cosas ya no son como antes, necesito encontrar un sucesor y pronto

En ese momento alguien toca su puerta y entra a la habitación.

—Tougo-sama, por favor baje a desayunar

—¿Eh?, ¡Ah!, Si, ya voy—miró despistado a la puerta donde se encontraba su mayordomo principal—¿mis hijos ya están ahí?

—No, aún no bajan todos

—Mmmm... , se me ha ocurrido una gran idea Seiji—comenta con un tono apacible—convoca a todos mis hijos a la sala después de que desayunen

—¿No comerá nada usted?—pregunta mirándolo

—No, hoy no tengo ganas—se da la vuelta—Seiji por favor apresúrate—ordena seriamente

—Como ordene mi Rey—y con esas palabras Seiji, el mayordomo personal de Karl Heinz, sale del cuarto.

》Habitación de Ayato《

—Por favor despierte Ayato-sama—dice la sirvienta mientras mueve su cuerpo—Tougo-sama está esperando a que baje

—¿Mm? Mmm, no....quiero...ir...aún—dice medio dormido

—Ahh..­—la sirvienta suspira, van así como diez minutos y no despierta

Esta era una rarísima ocasión donde todos los príncipes estaban en el mismo lugar. Invitados por su padre a pasar unos días en el palacio, según él, para un importante comunicado.

Sonó un golpeteo en la puerta antes de que alguien entrase.

Apareció Seiji y se acercó a las ventanas, las abrió una por una para que los rayos del sol entren, esto ocasionó que el joven pelirrojo sienta el sol en su rostro y se retuerza.

—¡Ahh!, ¡Cierra las ventanas!—chilla malhumorado mientras se sienta en su cama.

—Mis disculpas Ayato-sama pero debe vestirse ahora mismo e ir a desayunar al comedor, usted es uno de los últimos que faltan.

—¡Ya entendí, ya entendí! —grita ¡Ahora mismo voy, solo váyanse de aquí!

—Entonces yo me retiro—le dice la sirvienta a Seiji alejándose

—Necesito estar aquí para cerciorarme de que lo haga—esta vez Seiji se pone algo enojado, Ayato entiende la mirada fría que le da, y empieza a vestirse