[18] Estadía

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♔ CAPITULO XVIII ♔





Narra Reiji

Viernes 1 de Junio

5:01 a.m.

Me levanté como siempre antes de que saliera por completo el sol, me desnude, me bañé y luego me vestí apropiadamente para salir, antes de cruzar la puerta recogí el maletín marrón oscuro de mi escritorio, ahí guardaba unos papeles muy importantes.

Hoy voy a cerrar un trato con una de las empresas reconocidas en el extranjero; este es soló, un escalón más que me llevara a la cima, y en la que estoy trabajando desde hace tiempo, si lo de hoy sale bien, tendré apoyo de grandes instituciones en la política, todo esto tiene un propósito, a diferencia de mis otros hermanos yo tengo muchos planes para lograr convertirme en Rey, este era solo una parte de ellas, y la otra posiblemente se haga esperar unos días más...

Salí de mi habitación, recorrí el pasillo hasta bajar las escaleras, mire por un momento el reloj, si, aún me quedaba tiempo para desayunar, el problema era...si ella ya estaba lista para despacharme, aquella muchacha que traje no parece saber mucho, tal vez no me sea útil. Y por lo que se, la ingenuidad es un pecado en sí mismo...

Abrí la puerta que me conducía al comedor, y entonces pude notar un espléndido aroma a pollo horneado...

Siguiendo el olor, me introduje en la cocina, deje el maletín a un lado y mi saco también, la rubia estaba de espaldas frente a una olla.

-¿Que haces?-aparecí a su costado

Ella se vio un poco asustada por mi repentino acercamiento, pero se relajó a los pocos segundos.

-Es un aderezo muy rico-me dijo sonriente

-Y ese olor a pollo-inhale el olor posado en el aire-¿de dónde proviene?

-Ah, eso-se agachó, y con guantes de algodón, saco el pollo del horno-es pollo al horno Reiji-san

¿Era una prueba? ¿Acaso ella lo sabía y por eso sonreía?

-¿Quién te lo dijo?

-¿Decirme que?-me miraba curiosa

-No te hagas la tonta, ¡¿como supiste que me gustaba el pollo al horno?!

La rubia no dijo nada, más sonrió con faceta calmada

-Llevo viviendo con Reiji-san por más de una semana, es obvio que supiera de sus gustos.

Esto era, por poco decir, increíble, la plebeya que creía ignorante, era más observadora de lo que imagine....

-Ahora le voy a servir-mencionó moviéndose del lugar a coger unos platos en una estantería-siéntese por favor-me invitó a la mesa

-Hum...-murmuré-eres más astuta de lo que creí-me senté

-¿Eh?-se sonrojó-no para nada, aquí el inteligente es usted Reiji-san-me halagó

-¡No te he permitido hablarme cuando quieras!

-Uh...perdón...

-Perdón ¿que?

-Perdón,...amo-sus mejillas se incendiaron de rojo vivo, estaba muy avergonzada por el trató que le daba.

-Muy bien...

Así tiene que ser. No hay lugar en mi para sentimentalismos, ni para emociones, es mejor ser temido que amado.

Empecé a devorar la pierna de pollo que yacía en mi plato, la rubia no tenía permitido sentarse a comer mientras yo estuviera haciéndolo.

『MI PROPIEDAD PRIVADA』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora