[11] Una, Sola una, Es mi Soledad

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♔ CAPITULO XI ♔ 







#Flashback#

Hace 10 años...

—¡Mira! ¡Lo dibuje yo solo!—exclamaba un niño peli lila

Kanato enseñaba un dibujo hecho a mano del castillo en su libreta, apretando dulcemente su osito preferido que su madre le regalo, Teddy.

—¡Wow! ¡es genial!—Ayato respondía muy entusiasta

—De veras que está bien hecho—sonreía Raito mientras lo halagaba

—¡Si! ¡Espero que a mamá le guste!—fue lo último que dijo antes de salir corriendo en busca de su madre

Ayato estiro sus brazos y los cruzo en su cabeza para apoyarla.

—¿A mamá? No debería enseñárselo a ella ahora—decía confundido

—¿Por qué dices eso Ayato-kun?— Raito no entendía su insinuación.

—Bueno, veras, hace un momento la vi y...

(...)

¡Seguro a mamá le gustara mi dibujo! A ella le gustan las cosas elegantes.

¡Ah! ¡Ahí está!

—¡¡Mamá!! ¡¡Mamá!!—estaba sentada en la mesa junto con mi Tío

Narrador Normal

El pequeño Kanato no observó como su madre estaba tomando de la mano a su tío, y acariciándolo con una de sus piernas por debajo de la mesa, presentándose ante de ella sin ningún aviso...

—¡Dibuje esto apenas hoy!, ¡¿ Que tal me quedo?!—estaba tan emocionado que dejo a su oso Teddy tirado

La mujer miró desde arriba a su segundo hijo, tan pequeño, tan inocente, mostrándole con una gran sonrisa un dibujo hecho por el mismo, era de su castillo, y como Reina, había visto varias obras de arte, sin embargo este debería ser especial, ya que lo hizo alguien proveniente de su sangre, aun así ella solo sentía...

—¡Guau!, ¡Es un bonito dibujo el de ahi!—Cordelia se paraba de la mesa y acariciaba la mejilla de su hijo como recompensa—Pero, en serio detesto que me molesten cuando estoy hablando, así que...—ahora su sonrisa condescendiente se transformaba en una mueca amargada y su mirada en una fría y asqueada.

Sin una palabra más con aquella misma mano que acaricio a su hijo ahora le propiciaba una sonora abofeteada.

—¡¡NUNCA VUELVAS A INTERRUMPIRME CON UNO DE TUS HORRIBLES DIBUJOS!!—gritó histérica

Kanato fue tumbado por aquella cachetada, cayendo instantáneamente sobre el pavimento, al reaccionar, levanto el rostro asombrado por el acto cometido.

Pero al ver como su tío solo reía ante aquel acontecimiento y su madre le devolvía la sonrisa como si nada hubiera pasado lo lleno de desesperación.

Se quedó ahí tirado, mirando la escena, su madre sonriéndole a su tío, después besándose se reían juntos, al cabo de unos minutos tomados de la mano se fueron hacia otro sitio, mientras en sus mejillas de Kanato rebosaban las lágrimas, cayendo sin parar, pero en su semblante no se formuló ninguna emoción, el viento meció su cabello color lila y corrió las hojas de su libreta.

Sus ojos se posaron en aquel cuaderno.

—¡Es cierto!—sonreía frenéticamente aun con las lágrimas en sus ojos—¡¿No lo hice bien cierto?! —recogió a su oso del césped y le hablo—¡Debería haber dibujado mejor!!  Si hago mejores obras estoy seguro que ella me prestara atención ¡¿no?! ¡Es obvio!

『MI PROPIEDAD PRIVADA』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora