『MI PROPIEDAD PRIVADA』

PLUS : Luna de Miel

Subaru

Fue un día agotador. Lleno de sorpresas y aventuras, el recorrido a pie en la isla Wayu del Sur de Haunted fue el primer lugar que visitamos. Luego de dos días explorandola, el tercer día partimos en barco al otro extremo de la bahía, fue emocionante tomar el recorrido con Yui, quien lucía muy emocionada por conocer más lugares fuera del reino. No estaba del todo acostumbrada a caminar largos trechos, y se cansaba muy rápido, pero disfrutaba cada momento en que podía sentirse libre.

En la cuarta noche volvimos al barco para emprender el regreso a la capital, debíamos volver en un tiempo determinado de nuestra luna de miel.

—Fue muy divertido el viaje—decía emotiva al acurrucarse en mi pecho

Estábamos solo los dos, en la recámara matrimonial del barco. La habitación era extensa, hecha de roble y adornada con un candelabro de oro que colgaba en el techo, iluminando de manera tenue el lugar, la velada había sido maravillosa y ahora solo deseaba estar junto a Yui.

—La noche todavía empieza—la miré deseoso apretándola entre mis brazos

Ella entendió mi indirecta, sonrojándose al instante como una niña.

—¿Q-Quieres intentarlo?—tartamudeo avergonzada

Si bien nos casamos hace muchos días, no intentamos tener relaciones el día de nuestra boda por qué Yui se notaba temerosa, lo cual me tomó desprevenido. No quería forzarla a estar conmigo, mucho menos hacerla sufrir, así que decidí esperar a que se calmase un poco para tener su primera vez.

—¿No quieres?—oculte mi rostro en su hombro—Esta bien si no es hoy...

Realmente he estado conteniendome por largo tiempo, francamente deseaba poseer cada parte suya lo más rápido posible, a veces no podía dormir a su lado sin sentirme ansioso. Pero luego recordaba que mi madre fue abusada a hacerlo y una amargura envolvía mis pensamientos deteniendo mi lujuria.

—N-No es eso—giro a verme, cogió mi cara ente sus manos para que la mirara a los ojos—Es cierto que al principio tenía miedo, pero si es Subaru-kun quien me toma los miedos desaparecen—sus mejillas se llenaron de rojo vivo

Con esas simples palabras podía calmar mi ansioso corazón, dándome ilusiones que no creí llevar en mi interior.

—Yui....—susurre deseoso

Mis manos fueron a las suyas, entrelazandolas, ambos estábamos sentados en la cama cuando mi boca busco la suya pidiéndole un cariño sin igual.

Ella dio un gemido bajo cuando mi lengua rozo la suya, lo cual me volvió loco, quería escuchar más de su melosa voz, no me atreví a dejar el beso, mordí su labio inferior posesivo, me deleite de su sabor endulzante al mantener su aliento junto al mío, probando cada suspiro que ella daba por el miedo de dejar salir su deseo a flor de piel.

Separé nuestras bocas, por la cual salió un delgado hilo de saliva que nos unía, sus vidriosos ojos parecían suplicantes a mí tacto, se que estaba mal pensarlo, pero verla asustadiza por mi era tan excitante, tal vez no era tan bueno como ella pensaba, y lo cierto es que me seguía considerando inadecuado para ella.

—¿Estas segura? Después no podré detenerme—mencione seriamente

Ella pareció pensárselo trasladando sus rosados ojos a otro lado, volvió la mirada a mí con una pequeña sonrisita.