[3] Un Encuentro Afortunado

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 CAPITULO III ♔ 









Miércoles 21 de Febrero

Narra Yui

Ya he pasado una semana desde que vine aquí, al reino Haunted, salí del pueblo y emigre para alcanzar mi sueño.

Sabía que aquí estaban las mejores escuelas y la mejor comida de la nación, como no conocía mucho del lugar; pregunte donde podía alojarme y termine viniendo a Arita, la capital.

Había escuchado rumores, pero, en verdad era una hermosa ciudad, había varias casas de diferentes tamaños, en las plazas la gente se amontonaba, el mercado ofrecía muchas variedades, había de todo, frutas, verduras y animales, además de la gente que parecía vestir elegante.

Las mujeres usaban vestidos largos y pomposos, como si fueran de seda fina y refinada, en cambio los varones usaban camisas blancas con sacos y pantalones oscuros, algunos llevaban sombreros altos al igual que las damas.

A pesar de venir a pie hasta aquí, seguía llevando la ropa de mi hogar, era un vestido simple color rosa tenue, me llegaba hasta las rodillas y los codos, junto con mi maleta que era todo lo que poseía.

Camine un buen rato por la calle principal, había una gran pileta al centro y me detuve a observarla, no me percaté que una persona caminaba cerca mío, y choque con ella.

—¡¿Por qué te detienes a mitad del camino?!—gritó un joven alto que llevaba una bolsa con los brazos.

—P-perdón y-yo solo quería ver la pileta—mi primer día, y ya estoy en problemas.

—¡¿La pileta?!—me miro extrañado e hizo una mueca de desagrado—¿acaso nunca había visto una?—me miro más de cerca—No eres de por aquí ¿cierto?

¡Ahh!

¡¿Qué hago?!

¡Probablemente me insulte y me diga cosas horribles, no debí pararme en mitad de la calle ahora no sé qué hacer!

Narra Yuma

Esa chica no parecía de la ciudad, y ahora que la miro bien, de seguro viene de un pueblo, está muy asustada..

—¡¿De dónde vienes?!

—¿Y-yo? Bueno...—bajó la mirada pensativa

—Si no me quieres decir está bien, pero la próxima vez ten más cuidado...—estaba dispuesto a irme y olvidar todo lo sucedido, pero de repente ella me detuvo

—¿Por casualidad conoce una posada?—la ojirosa preguntó ingenuamente

Lo que me faltaba una pueblerina que no sabe nada.

—De verdad no conoces la ciudad, ¿no?—mi paciencia se acababa

—No, la verdad acabo de llegar recién hoy aquí y no conozco mucho...—dijo apresurada

—Que se le va a hacer—suspire

Narrador Normal

Yuma agarró el brazo de la chica, mientras ponía la bolsa en su otro brazo y caminaba a pasos acelerados.

—¡¿Q-que pasa?!—la rubia se alteró por su acercamiento tan rudo

—Como no sabes de lo peligroso que puede ser las calles de la ciudad en la noche, te llevare a mi posada

—¡¿Usted tiene una posada?!—preguntó mientras caminaba al paso del peli marrón, agarrando aún su maleta con la otra mano.

—Sí—respondí desinteresado—pero, deja de hablarme de "Usted" me llamo Yuma Mukami ¿y tú?—le dijo de espaldas

—Yo soy Yui Komori

Luego de cruzar la plaza y voltear por una calle estrecha, se encontraba entre las casas un restaurante-posada, grande y ancha de dos pisos, en la parte de la entrada junto al portón de madera se leía en un tablero colgante el nombre de Lucky

—Está bien, ya llegamos—se detuvo frente a ella sin soltarla—puedes quedarte por una noche aquí, y si no tienes trabajo puedes trabajar de mesera en el restaurante, de todas formas estaba buscando camareras—dijo por ultimo soltándola

—¡Gracias señor, digo, Yuma-kun!—estaba nerviosa—pero, ¿por que le ofrece empleo a una desconocida? —tenía interés por su gesto

—Por nada en especial—espetó—Solo me recordabas un poco a mi mismo hace mucho tiempo cuando recién vine a este lugar, se lo difícil que es esforzarse para vivir, y no ser respetado por ser de las afueras, así que no dejaría que alguien así le pasara lo mismo—Yuma la miraba ahora a los ojos—¿aceptarías trabajar en mi restaurante?—su voz se volvió amable.

Yui estaba emocionada por aquella oportunidad y sus ojos rosados empezaron a brillar.

—¡Si! —cerró los ojos y sonrió con su faceta pura, totalmente alegre.

Yuma se conmovió un poco por su pequeña e iluminada sonrisa, quedándose con los ojos abiertos mirándola

—¿Que pasa Yuma-kun?

—¡Na-nada!—tartamudeo—¡entremos de una vez!

Se encamino hacia adentro, uniéndose la pequeña y frágil damita detrás de él.

Esto sucedió hace unos cuantos meses antes, de que Yui haya conocido a ese hombre...

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『MI PROPIEDAD PRIVADA』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora