『MI PROPIEDAD PRIVADA』

[14] Casualidades

♔ CAPITULO XIV ♔

►Lunes 15 de Mayo◄

》Restaurante《

7:45 a.m.

-¿Estas seguro de que es aquí?

-Sip, más que seguro, ayer Albert me lo dijo-sintió que la situación era cómica y empezó a reírse entre dientes-¿en verdad lo vas a hacer?

El albino no contesto, simplemente marchó hacia la entrada del lugar.

El peli azul se resignó ante la indiferencia de su jefe y entro junto a él.

Apenas abierto el portón una chica se les acerco.

-¡Bienvenidos al Lucky! ¿Mesa para dos?-la mujer sonrió de oreja a oreja al tener dos chicos guapos como clientes.

-Disculpa estamos buscan...-Souchi recibió un codazo en el estómago-¡Auch!- se retorció ante la mirada de sorpresa de la camarera

-Sí, mesa para dos, quiero que me traigan dos menús y un vino por favor

Kaede anoto todo en una libreta para después traer la orden.

-¡Enseguida!-salió hacia la cocina

Subaru se sentó en una mesa, también arrastro a Souchi con él a sentarse.

-¡Capitán! ¡¿Por qué hizo eso?!-aún le dolía el estomago

-No tenemos por qué decirle quienes somos ni porque estamos aquí-le respondió sereno

-Es cierto,¡¿ pero no sería más rápido de esa forma?!

-Solo complicaría las cosas, además-frunció el ceño-el no será fácil de convencer si sabe lo que vinimos a buscar

Soushi dio un largo suspiro.

-Pues, es cierto-pensó para sus adentros « que difícil eran los príncipes de manejar »

(...)

Yuma miraba furioso a la pequeña rubia en la cocina, ella al percatarse, se asustó.

-Yo... en verdad... lo lamento-musito

-No es que me importe-contesto cortante

-Yuma-kun...

-¡Basta!, ¡No quiero oírte más Mesubuta! ¡¡Lo que hayas hecho o no ahí arriba no es mi problema!!

Yui sintió un gran dolor en su pecho al oírle decir eso, no quería ser odiada ni repudiada por él, la primera persona en ayudarle cuando recién estaba en el país, le era difícil acostumbrarse, pero Yuma-kun le ayudaba en cualquier cosa que necesitase, incluso si a veces le gritase o le gruñía, lo cual la atemorizaba, sin importar que, bajo su faceta amargada siempre le ayudaba

-Pe-Perdóname... P-por favor....-su voz se volvía más aguda

Yuma no le miraba, ya que sentía que si lo hacía, tendría un grave impulso de abrazarla, de tenerla en sus brazos para reconfortarla en su dolor, no se permitiría a si mismo aquello, no debía caer en la tentación que ella le producía, no podía...