En un mundo donde los Sakamakis son príncipes de un país llamado Haunted, y Yui es una camarera con un pasado misterioso, habrán muchas dificultades que afrontar para estos personajes en está aventura medieval...
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➳Histor...
Leanne Kayter, era el obispo del país Grinth, siempre vestía su túnica blanca con bordes dorados. Era muy conocido entre los creyentes y fuera del país igual, pero solo de nombre, ya que solía mantener su cara alejada de las convenciones sociales.
No quería ser reconocido por razones de seguridad, por lo que cada que tenía que mostrarse para los demás usaba un velo blanco que ocultaba su rostro, su cabello largo rosa que caía en sus hombros hasta extenderse hasta sus piernas era lo único que destacaba.
Hace poco había recibido una carta de un amigo suyo, el Rey de Haunted era un amigo suyo desde que este fue a conocerlo a su país, era agradable su forma de ser y le gustaba cómo prioriza el bienestar de su reino antes que el suyo, poco a poco más que una relación política se fue formando una verdadera amistad entre ambos.
Debido a sus circunstancias no podía entrar en el ajetreado salón de bailes que había en el palacio, en cambio tuvo que esperar en la sala de recepción donde los guardias lo llevaron.
Cuando su amigo fue a atenderlo tuvieron una charla animada sobre varias cosas y después tuvo que dejar el lugar, avisando que fuera al banquete luego. Por supuesto supuso que estaría ahí solo por formalidad antes de retirarse al escenario principal donde daría sus bendiciones en nombre de Dios hacia el Rey en frente de todos como buen presagio.
Pero antes de eso una dama fue escoltada a la misma sala que él, era una bella señorita de rubios cabellos que vestía un encantador vestido rojo lo cual combinaba con sus rosados ojos, la joven parecía nerviosa al verlo e instintivamente una sonrisa se formó en los labios de su santidad.
—Buenas noches señorita—trato de calmarla con una suave expresión para que sintiera cómoda
—Buenas noches señor—respondió tímida
Leanne la instó a sentarse junto a él señalando el sillón. Yui con algo de vergüenza accedió y desvió su mirada del hombre frente a él. Aunque estaba acostumbrada un poco más a los hombres, aún no se sentía tan confiada estando sola con uno, y su atractiva apariencia no la ayudaba mucho.
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—¿Se siente bien?—preguntó algo preocupado Leanne—su expresión se ve algo pálida
—¿Eh?, no, estoy bien, solo no estoy muy acostumbrada a los bailes como estos
—Debe haber sido difícil entonces, usted no pertenece a la nobleza, ¿verdad?
Yui se estremeció con al pregunta, no esperaba que se la hicieran y no sabia que responder.
