FINAL 3: Un Rey feliz

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Shuu





El día que Shuu fue coronado como rey, solo pudo pensar en pequeños sucesos del pasado. 

Desde los momentos donde tocaba violín y piano a su dulce madre, hasta las confrontaciones que tuvo con sus hermanos menores. Y también estaban recuerdos reconfortantes sobre aquella muchacha joven rubia que lo obligaron a abrir su corazón a la calidez del amor.

Como el hermano mayor siempre tuvo responsabilidades que asumir. Ir a banquetes. Socializar con los aristócratas. Cuidarse las espaldas de ser apuñalado por su adversarios políticos, e incluso de su propia familia.

Desde que su madre murió, el fue dejado solo en un enorme palacio.

Su hermano mas cercano, Reiji, no tenia buenas intenciones hacia el cuando crecieron. Y consecuentemente su relación fue deteriorándose con el pasar de los años. Por otro lado, tanto sus hermanos como su padre parecían tomarlo como menos que aire, ignorándolo y tratando de pasar sobre el como si no existiera. 

Tuvo que luchar para alcanzar la cima donde estaba hoy en día.

Entrenar hasta que sus músculos ardieran y sus huesos crujieran. Los cayos en su palma y pies eran la prueba de cuanto tiempo paso perfeccionando su técnica con la espada. Su fuerza y determinación lo llevaron a estudiar con esmero. Aprendiendo de libros, y seguidamente en el campo de batalla. Lideró con asertividad los problemas que se presentaron.

Sus logros eclipsaron por mucho el príncipe "inútil" que fue de niño.

Pensando en ello, Shuu recordaba que solo hubieron dos personas que creyeron en el. Una de ellas era su difunta madre, quien solo podía imaginarlo a el como futuro heredero a la corona. Y la otra persona fue... su actual prometida. La reina de Grinth. Yu Komori. Quien incluso cuando ambos eran ingenuos e infantiles de niños, se prometieron estar juntos a pesar de las adversidades.

En la sala del rey, donde estaban todas las personas importantes de reino. Sus hermanos debajo de las escaleras con sus trajes ceremoniales. Y el, encima de todos, con una capa roja y una corona con diamantes incrustados en su contorno. Siendo ahora el nuevo monarca de Haunted.

Aunque, el nombre pronto cambiaría. 

Ya que, una vez que Yui y el, ambos siendo reyes de sus respectivos reinos, se casen. Los reinos se unirían y formarían una nueva nación, mas prospera y extensa que cualquiera.

Era gracioso, su padre le dio la corona, no solo por detener el asedio del reino Dark, sino también por desposar a Yui, quien era una persona que le permitiría a su padre, Karl Heinz, lograr sus objetivos de expandir el reino. Es casi como si lo felicitara por seguir su ejemplo.

Pero el no era ni seria igual a su padre.

No estaba comprometido con Yui por razones políticas, y mucho menos ambicionado tierras lejanas. Todo lo que hizo fue por sus sentimientos sinceros hacia la mujer. Nada mas simple que eso. 

Algo que quizás muchos no entenderían, y creerían que estaba siendo hechizado por una maldición. Pero eso era imposible.

Hace alguno tiempo, luego de aceptar la mano de Yui y quedarse a su lado. Ella y Ruki le dieron un anillo que contenía la piedra de agua, una perla hecha por la diosa del mismo elemento. El cual no solo destellaba como un manantial puro, sino también alejaba cualquier hechizo de su portador.

Yui no quería arrastras a Shuu solo por mero egoísmo, por lo cual le regaló esto antes de comprometerse, como una prueba que no lo seduciría con ningún tipo de maldición. E incluso luego de ponérselo, su amor por ella no cambió en lo mas mínimo.

Tras esta comprobación, Yui abrazó con cariño y afecto a Shuu, y este no pudo evitar burlarse de ella por ser tan despistada.

Las cosas después de eso siguieron su curso natural. Y finalmente hoy era coronado en frente de cientos de personas. Cunado bajó las escaleras que estaban cubiertas de una alfombra roja. Sostuvo en una mano un cetro de oro y en la otra un cofre en forma de estrella que era un símbolo del reino Haunted. Antes de ir a parar en frente de una enorme y alto balcón, que daba hacia un aplaza llena de habitantes del país. Todos vitoreando por la proclamación del nuevo rey que traería prosperidad y riqueza en las futuras generaciones.

—¿En que piensas?—una voz terciopelada a su lado preguntó

Luego de unos meses. Shuu por fin fue coronado. Y a su costado estaba la reina de su nuevo imperio.

Yui vestía un vestido blanco acampanado que se extendía hasta sus tobillos, donde estaban unos tacones de aguja alta con gemas incrustadas. El corte imperio de su vestido hacia lucir sus delicados y cremosos hombros, ademas de su clavícula con un collar de perlas. tenia su cabello dorado sujeto en un moño detrás de su cabeza, mientras que varias perlas decoraban su cabeza, dándole una imagen encantadora y madura. Luciendo encima de su cabeza una corona diferente a la de Shuu. Esta no era un tiara, sino otra corona de rey. Esta tenia gemas azules y filamentos que se estiraban hacia el cielo como púas de hielo, siendo decoradas de principio a fin con esmeraldas y rubíes.

Desde que era un niño, hasta su yo adulto de ahora. Y en el futuro, seguramente seria feliz junto a esta hermosa dama.

—Solo pienso que... al final cumplí mi promesa contigo, ¿no?

Yui tardó en entender de que hablaba Shuu, pero luego de comprenderlo se rió suavemente.

—Siempre supe que Shuu-san era una persona genial, en ese entonces fuiste el único chico que tomó mi mano y dijo que estaría a mi lado.

Ambos sonrieron al publico debajo de ellos.

Reiji que estaba detrás de ellos miraba la escena sin ninguna palabra. Sus anteojos ocultaban su mirada.

—Es hora—habló con una voz neutra

Desde que Shuu ascendió al trono, Reiji se volvió su secretario de agenda. De por si ya tenia mucho trabajo como rey, y Reiji fue el primero en mostrar su apoyo a consolidar las dos naciones de Grinth y Haunted. Por lo tanto, puso un acuerdo entre los demás príncipes de contribuir a esta unión.

De entre todos los príncipes que podían apoyar a Shuu, nadie estaba mejor calificado que Reiji. Y ahora que obtuvo mas poder en el palacio como la mano derecha de Shuu, también puso ayudar a otros a ascender. Entre ellos estaba Shizu, la mejor amiga de Yui, quien ahora era la representante del gremio de comerciantes, su marca es conocida incluso en países muy lejanos debido al apoyo de la realeza.

Mientras tanto, Yuma, Kou y Ruki, se quedaron en el palacio de Yui, trabajando para la reina. Yuma se consolido como un chef de la realeza. Kou, como un músico que hace giras por el mundo con la inversión del reino Grinth para luego hacer caridad. Y finalmente, Ruki, siguió siendo el escolta fiel de Yui, quien la defendería a capa y espada por su honor como caballero.

Shuu al inicio no estaba del todo dispuesto a que estas personas estuvieran cerca a Yui, pero al final tampoco podía quitarle a su futura esposa la libertad de elegir con quien juntarse. 

Al final de la tarde, la pareja estaba planeado regresar a su nuevo palacio y quedarse alli a descansar.

—¿Quieres jugar un poco?—pregunto con una mirada calmada Shuu

—¿Jugar?

—Pienso que los trajes de maid te quedaban muy bien... ¿quieres probarte alguno esta noche?—sonrió traviesamente

Los ojos rosados de Yui se abrieron sorprendidos y sus mejillas se tiñeron de un rojo pronunciado.

—¡Shuu-san!—reprendió haciendo un puchero

Esa noche Yui terminó cumpliendo los caprichos de su prometido y rey.  Lo que paso dentro de la habitacion conyugal, solo ellos lo sabrán...










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