『MI PROPIEDAD PRIVADA』

[36] Rosa Blanca (FINAL)

♔ CAPITULO XXXVI ♔

•La Semilla•

►Año 1286, Febrero◄

》Castillo《

-¿Donde esta Karl?-preguntaba la mujer en estado de gestión con su típica expresión relajada

Las sirvientas que estaban cerca, al escuchar a su reina hablar respondieron de inmediato

-Discúlpeme su majestad, pero el Rey acaba de salir hace unas horas a una reunión muy importante

-¿Reunión importante?, ¿Seiji esta con el?

-No, Seiji-san fue enviado a otro lugar

-¿Por que?

Las mucamas se miraron confundidas, otra siguiendo la conversación le expresó:

-No lo sabemos..., El Rey dijo que no quería ser escoltado y saldría con una fachada normal hacia la reunión

-¿No esta con nadie..?

Beatrix se hizo planteamientos en su cabeza tratando de imaginar cuál sería el motivo por el cual Kar, es decir, el Rey, se iría solo hacia algún lugar, era demasiado sospechoso, pero no podía saber mas puesto que hasta hace escasos minutos despertó de su siesta, ya que desde que se embarazo ha tenido más fatiga de la usual.

¿Como saber a dónde fue y con quien se reuniría?, sólo quedaba esperar su regreso y preguntarle personalmente, después de todo, estaban casados, aun así se volvía una duda, Tougo había demostrado no amarla, seguramente por que antes había planeado estar con alguien más, Beatrix no podía siquiera imaginar la desdicha que sería descubrir que el Rey engaña a la reina con una mujer cualquiera, pero si ese fuese el caso solo tenia que despejar sus dudas.

-Llamen a un soldado-pidió imponente-necesito que me hagan un pequeño trabajo

》Pueblo Ohara《

Alejado de la ciudad y el bullicio, en la frontera, algo cerca a los pueblos que los rodeaban, se encontraba una pequeña iglesia donde se criaban niños huérfanos y también se ocultaba de los demás una joven muy bella, Christa había permanecido a la sombra de todos sus conocidos para olvidarse de su antiguo amor.

-¡Christa un hombre quiere verte!-le paso la voz una monja amiga de esta

-Ahora mismo voy-detuvo su rezo matutino y se levantó del oratorio haciéndose una persinacion

Al salir, no tenía idea de quién podría solicitarla, aún era una novicia puesto que solo hasta hace solo 3 años había venido a parar en aquella Iglesia, la madre superiora se hizo cargo de ella y la dejó unirse al grupo creyente, por lo cual le estaría eternamente agradecida.

-Hola, ha pasado un tiempo Christha-vio una silueta conocida apenas cruzó el portón, llevaba una capa lo cual lo cubría, y traía consigo un enorme caballo blanco

No sabia que decir, una gran ola de emociones se avecinaron sin aviso sobre ella, las preguntas en su cabeza no dejaban de agobiarla, ¿Que hacia aquí?, ¿Como me encontro?, ¿A que ha venido?, por el momento debía guardarse todos aquellos sentimientos y responderle.