Estaba sentado dentro de esas cuatro paredes aburridas sumido en la monotonía de su vida actual. Claro que estaba preocupado, pero estar dentro de ese lugar lo hacía sentir relativamente mejor. Sabía que era un sentimiento momentáneo y que lastimosamente debía encarar la realidad ahora que se encontraba más estable. Gruñó dejándose caer en la cama sin saber qué más hacer para no morir de la impotencia que sentía a diario, se sentía inútil. De vez en cuando se acercaban para hacerle preguntas, revisar sus heridas y otras cosas, pero definitivamente estar encerrado en esa habitación era lo peor de todo. Estaba siendo vigilado constantemente y no podía cometer ningún error si no quería que tomaran medidas extremas en su contra.
El sujeto pelinegro de aspecto cansado se había acercado personalmente a solicitar su apoyo en el caso recalcando que no debía estar en el frente ni verse expuesto para aportar a la investigación. Odió cuando la palabra víctima salió de la boca contraria, pero él mismo debía empezar a aceptar q sí lo había sido y seguiría siéndolo hasta que no cerraran el caso, y hasta entonces, la cantidad de víctimas también aumentaría. Claro que aquel hombre sabía elegir sus palabras y estaba intentando persuadirlo para su colaboración, pero ellos no necesitaban hacerlo porque efectivamente deseaba acabar con ese alfa y liberar a todos los que seguían en 1A. Ya habían liberado a los de El círculo, pero quedaban Hiden Sitte y las edificaciones de La Liga de Villanos.
Luego le llegó una de las noticias que nunca había esperado o al menos no deseaba conocer por el momento, su madre estaba viva. Cuando Kirishima y el pelinegro le dieron la noticia no supo qué decir y solo se quedó callado, jamás pensó que volvería a verla. Ella se había encargado de que su caso no quedara inconcluso junto con el de su amigo de la infancia aún sin procesarlo por completo. Momentos antes de que se retiraran les pidió que no contactaran a su progenitora. No es que no deseara verla, claro que la extrañaba, pero todavía no salía de peligro y temía que le hicieran daño o la involucraran de más, ella ya había pasado por bastante al perder a su hijo. La madre de Midoriya estaba bien y visitaba constantemente la agencia en busca de información y en vista de que el peliverde no estaba en condiciones él debía tomar la decisión momentánea hasta que fuera capaz de decidir por su cuenta. Optó por lo mismo, para sus madres ellos debían seguir desaparecidos. La noticia fue tan impactante que hasta Kirishima había decidido quedarse con él y distraerlo un rato de la información que seguía procesando hasta la actualidad ¿Cómo reaccionaría cuando lo viera? A las justas podía recordarla en vagas imágenes de su mente de cuando era pequeño ¿Lo seguiría queriendo? – qué pregunta tan estúpida – se respondió él mismo sin lograr convencerse del todo.
Otro factor que ocupaba la mayoría de sus pensamientos era el estado de Midoriya. Kirishima lo mantenía al tanto de cada avance y también las caídas que tenía, lo único que le pedía era que no le ocultara la información sin importar lo mala que sea quería estar informado. Cuando se enteró que el pecoso no volvía a su forma humana supo de inmediato que era uno de los sueros de Shigaraki y se apresuró a dar todos los datos posibles y hasta dio sangre para que pudieran generar un antídoto, el cual estaba en proceso.
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Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]
FanfictionTenían solo doce años cuando fueron llevados lejos de sus hogares, un día soleado que pensaron sería uno perfecto para salir a pasear y disfrutar de su compañía mutua. Han pasado seis años desde entonces .Tanto el alfa de cabellos cenizos como el om...