Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]

52. Recuperación

Katsuki desvió la mirada del lobo que estaba expectante a su respuesta. La emoción inicial en sus ojos se había desvanecido y la cola ya no se agitaba de un lado a otro, ahora estaba tensa y su pelaje erizado levemente al no recibir la respuesta que esperaba. Seguramente su agudo olfato había logrado captar la inseguridad y la duda que trataba de ocultar, pero era consciente de lo agudos que podían ser los sentidos de su amigo de la infancia. Lo peor era que sus instintos estaban reaccionando al aroma que empezaba desprender el lobo aun viéndolo directamente con una mirada severa al estar evitando el contacto visual, estaba ansioso y empezaba a impacientarse. Alargó su mano y le acarició el rostro jugando un poco con sus orejas como sabía que al omega le relajaría un poco. Aunque sintiera ese impulso en su cabeza que lo hacía sentir obligado a marcarlo, sabía que no era lo correcto menos si no lo hablaban directamente y estando en sus cinco sentidos. Ya no estaban en peligro o al menos de momento y no había una razón para renovar el lazo. No quería seguir atándolo a él. Era lo correcto, sin embargo, sus encías empezaban a dolerle y sus caninos crecían poco a poco tentándolo a realizar el cambio a su lobo para marcarlo.

- Deku – lo nombró con suavidad y no obtuvo respuesta – escúchame, Deku inútil – repitió atrayendo su atención y negó a ambos lados alejándose un solo paso

El omega entendió el rechazo haciéndolo gruñir del enojo y automáticamente se abalanzó hacia al frente. Perdió un poco el equilibrio y se interpuso la mordida poniendo su brazo como protección.

El omega gimoteaba y gruñía entre la mordida de reproche que le estaba dando todavía sin soltarlo. Giró su cabeza al escuchar el gruñido proveniente del pelirrojo que no parecía nada contento ante lo que estaba sucediendo. El aroma amargo que se expandía era prueba de la molestia que sentía y el de Izuku que lo cubría con la misma ferocidad.

Él mismo le gruñó inmediatamente al omega de ojos verdes al sentir aquella mordida que si bien no terminaba de clavar sus colmillos no significaba que no doliera, pues la presión que ejercía no era poca. Izuku era caprichoso, territorial y se molestaba con facilidad cuando se encontraba en su forma lobuna, lo sabía, pero esta vez le estaba costando mantenerse calmado.

- ¡Por una mierda! – gritó a ambos omegas – ustedes dos me están jodiendo la paciencia – miró al lobo ahora con sus orejas gachas al ser reprendido – y tú Deku inútil me vas a soltar en este maldito instante si no quieres que me enoje de verdad

El omega pelirrojo lo miró estupefacto ante el grito dirigido a ambos. La mordida en su brazo se aflojó y observó el momento en el que la mirada esmeralda chocaba con la del otro omega, esa mirada no le gustaba para nada. Lo estaba desafiando como dos niños que se pelean por su juguete favorito.

- Ni se te ocurra, Deku – lo frenó extendido su brazo al ver sus intenciones de lanzarse contra el omega contrario – Pelos de mierda no es ninguna amenaza así que déjate de juegos

El ambiente estaba muy tenso. Kirishima dio un paso al frente dirigiendo su aroma a él en un intento de calmar la situación y claro que el aroma a vainilla inundó sus sentidos sin tardar ni un segundo relajándolo considerablemente, pero no duró mucho. Su amigo de la infancia respondió con molestia pegándose a su cuerpo cubriendo el aroma de Kirishima con su olor a caramelo de manera únicamente territorial. Estaba perdiendo la paciencia.