Desde muy pequeño él había sido más sensible a los olores que el resto de las personas. Muchas veces le era difícil respirar porque su nariz le ardía y hasta terminaba llorando al no saber cómo detener lo que su organismo hacía naturalmente. En esos tiempos lo odiaba en lo profundo de su ser y solo podía aguantar la respiración hasta que simplemente se desmayaba y terminaba en el hospital. Muchas veces le había provocado ese tipo de sustos a sus padres y fue otra de las razones por las cuales solía frecuentar la cabaña en la que estaba. Los olores de la naturaleza siempre son más amables y lo acogían con suavidad, permitiéndole sentirse normal de vez en cuando. No recordaba exactamente cuándo, pero desde un momento en específico dejó de sentir tanto impacto en todos los olores que le rodeaban y en su mente vagaba un aroma muy agradable como recuerdo de aquél día en el hospital. Claro que habían algunos que no toleraba por ser demasiado fuertes para su gusto, pero a su olfato parecía ya no importarle los aromas que lo rodeaban y solo respondía ante algunos en especial, pero que coincidían en un solo elemento y que con el tiempo logró identificarlo como aquellos similares a su aroma o a derivados de lo que parecía ser la canela.
Por otro lado, con mucha práctica, descubrió que si lograba acercarse y concentrarse lo suficiente podía detectar rastros de emociones en las feromonas que los demás soltaban sin darse cuenta aun estando la persona marcada. Fue Midnight la que descubrió su habilidad, en ese entonces escondida pues él no solía hablar mucho de eso, desde ese entonces se había convertido en su pupilo y ella se dedicó a enseñarle todo lo que sabía con respecto a los aromas, feromonas y olores. Agradeció que tiempo después ella misma lo recomendara para las prácticas en la misma agencia de la UA y tuvo la oportunidad de formar parte de estas, pues habían vacantes limitadas por ser una agencia muy reconocida por la dificultad de sus casos. Luego de varios mareos y dolores de cabeza en su primer año entrenando con la alfa fue que entendió lo que decía que tenía que descubrir solo por su cuenta y averiguar cómo usarlo. Descubrió que podía alterarlos si mezclaba parte de sus feromonas con las que la otra persona desprendía y dependía de él si quería "alterar o calmar" como le explicó su maestra cuando fue emocionado a contárselo. Su mentora le explicó que era extraño tener ambos caminos en cuanto al dominio de aromas, pues lo normal era tener uno u otro, por ejemplo, ella solo podía "calmar" de tal manera que podía dormir a cualquier especie. Claro que le dijo que debía tener cuidado con la otra opción porque en lugar de tratar al organismo con suavidad era como un choque pesado para el cuerpo y traía sus repercusiones; un choque muy fuerte de feromonas podía literalmente asfixiar a una persona, pero esas ya eran explicaciones más técnicas y complicadas que sinceramente se le hacía más sencillo de utilizar pues había tratado con numerosas situaciones que requerían de algo de tal magnitud en sus misiones. En algunas ocasiones trataba de utilizar la otra opción y no resultaba tan efectiva como la anterior, pero lograba hacer que funcionara aunque sea un poco y Midnight le dijo que se debía a que era parte de su juventud, pues sus feromonas están en constante cambio y que lograría dominarlo con el tiempo, cuando encontrara a su pareja destinada o se emparejara; las últimas dos opciones las descartaba por el momento, pues estaba muy concentrado en seguir los pasos de sus padres como para detenerse a pensar en eso, así que se dedicaba a entrenar todo lo que podía y algunas veces Todoroki se prestaba para eso si le llevaba soba fría, un intercambio equivalente.
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Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]
FanfictionTenían solo doce años cuando fueron llevados lejos de sus hogares, un día soleado que pensaron sería uno perfecto para salir a pasear y disfrutar de su compañía mutua. Han pasado seis años desde entonces .Tanto el alfa de cabellos cenizos como el om...