12. Saldremos de Aquí

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El pecoso se encontraba esperando cerca al pasillo

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El pecoso se encontraba esperando cerca al pasillo. Tamaki y Kaminari insistieron en quedarse, pero el toque de queda establecido en el lugar era muy estricto y no quería causarles problemas a sus amigos, al fin y al cabo, Shinso se quedaría por obvias razones. Pasaron horas, si no estaba equivocado ya sería de madrugada y el alfa a su lado estaba cabeceando.

- Shinso, puedes dormir un rato – le sonrió levemente – si pasa algo, te despierto

El pelimorado lo miró dubitativo, pero su sueño era mucho mayor y se acomodó aún sentado en el piso abrazando sus rodillas soltando un bostezo, para finalmente conciliar un poco el sueño contagiando al omega.

El omega despertó con una opresión en el pecho desconociendo la hora que era y se quedó mirando la puerta fijamente, algo dentro suyo decía que algo muy malo estaba pasando entre tanto ajetreo que se escuchaba dentro de la sala. Con los ojos llorosos se cubrió las orejas con fuerza para no escuchar lo que pasaba. Sintió un vacío dentro suyo por varios minutos y se le hacía difícil dejar de lado esa sensación. No quería alarmar al alfa descansando a su lado y se alejó unos centímetros encogiéndose y pegando su frente en sus manos entrelazadas puestas en el piso rogando a todos los dioses que conocía que salvaran a su compañero. Luego de quien sabe cuánto tiempo, ese vacío fue desvaneciéndose poco a poco y ese extraño nudo en su pecho se deshizo. Se incorporó volviendo a recostarse en la pared, estaba asustado y no entendía porque sentía esas emociones tan de pronto si la marca ya no hacía efecto alguno, aunque Hawks les explicó que había muchas maneras de crear lazos. En especial aquellos que se formaban por sentimientos fuertes, los cuales eran poco comunes, pero no imposibles de surgir y efectivamente, él y Bakugou lo tenían debido a todo lo que pasaron juntos creando una especie de dependencia emocional en el otro.- Algo así como las conexiones entre gemelos o de madre a hijo, como un sexto sentido muy leve- recordaba esas palabras del médico. No era nada tan fuerte como las marcas físicas y era algo inentendible para todas las especies.

Midoriya suspiró y pensó en todo eso... ¿realmente era tan especial como le decían?. Cuando era más joven pensaba que acabando con su vida todo terminaría, obviamente se ganaba reproches y golpes de Bakugou por pensar en estupideces como esa, realmente había pensado de una manera muy egoísta en su pasado y se avergonzaba de aquellas veces que intentó quitarse la vida en los meses que siguieron a la noche en la que casi lo violan, aún seguía teniendo pesadillas con eso, pero la gran diferencia a antes es que ahora podía manejarlas.

Luego de varias horas de espera, el omega salió de la tan custodiada sala. Se veía cansado y cómo no estarlo tras horas de tener al alfa al borde de la muerte. Cerrar las heridas y quitarle la infección había sido lo más difícil. Dentro suyo maldecía que no lo trajeran antes, sabía del deficiente sistema médico del Círculo, pero esto ya era otro nivel. Se frotó las cienes y soltó un suspiro, si lo hubieran traído unos minutos después era muy probable que el de ojos carmín hubiese muerto.

Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora