15. Buen Trabajo

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- Todo despejado, alfas inconscientes – le hizo una seña a su compañero

- Central, aquí escuadrón norte, objetivos neutralizados – habló el otro por el auricular – Procedo con la segunda parte del plan

El chico se acercó a los paneles evitando los dos cuerpos de alfas tendidos en el piso sumidos en la inconsciencia debido al exquisito y asfixiante aroma que lo rodeaba. Mientras él observaba detenidamente que nadie estuviera cerca y cambió de lugar varios cables sin distracción alguna. Su compañero se estiró hasta una palanca y le dio una sonrisa afilada, a la cual respondió con un solo asentimiento inexpresivo viendo los ojos carmín del que sostenía la palanca con ambas manos aplicando fuerza, adquirieron un reflejo brilloso.

- ¿todo listo? – preguntó el de sonrisa afilada por el auricular antes de proseguir

- Afirmativo, todo listo en el ala sur – se oyó una voz femenina y un chirrido – ya es hora

- Copiado – respondió instantáneamente y miró al alfa – ahora – sonrió – luces fuera

Apenas su compañero dijo eso los pasillos se vieron envueltos en oscuridad total. Tenían menos de diez minutos para conseguir los datos necesarios y encontrarse con sus compañeros del ala sur, ellos se encargarían del escape. No tardó en acostumbrarse a la oscuridad, toda su vida había entrenado para estar donde estaba y sus sentidos eran tan afilados que casi era perfecto. Miró a su compañero pasar frente a él dedicándole una sonrisa nerviosa como pidiendo permiso para seguir. Volvió a asentir y le indicó que desenfundara su arma, obviamente al usarla les acortaría el tiempo y le diría al enemigo donde se encontraban, por lo tanto, debían tratar de no utilizarlas.

El alfa era muy bueno memorizando planos y no dudó ni un segundo de qué pasillo tomar ni cuales evitar, no por nada era uno de los mejores en su sección. Antes de llegar a su objetivo lograron divisar a un alfa y un beta custodiando un puerta y dando órdenes por lo que parecía ser un comunicador. Soltó un gruñido interno y miró a su compañero.

Él levanto su mirada chocando con la suya. No había rastro de duda.

Aprovechando la distracción del alfa gritando órdenes, su compañero fue a gatas muy pegado a la pared, necesitaba estar un poco más cerca para lograr su cometido. El alfa esperaba apuntando a la cabeza del alfa por si su compañero de ojos rojizos era descubierto, no dudaría en jalar el gatillo por él. No sabían si el alfa tenía sentidos lo suficientemente desarrollados para ver en la oscuridad, pero el beta efectivamente no podía ver absolutamente nada.

Sintió un aroma muy leve y solo podía sentir su nariz molestándole tras la máscara que traía puesta. Segundos después el alfa estaba inconsciente en el piso y el beta estaba de rodillas moviendo su cabeza de un lado a otro. Luego de un golpe en el cuello terminó al igual que el ya mencionado alfa.

Nunca dejaría de sorprenderse de su compañero. Al inicio le era insoportable tenerlo cerca, pero trabajar juntos en el caso asignado logró crear una estrecha amistad entre ambos. Era uno de los mejores omegas en cuanto al dominio de aromas y feromonas ya que si él mismo quisiera, podía dirigirlo hacia quien le dé la gana, a quienes afectar o no y las cantidades que deseaba soltar. Era como un coctel de aromas que podría literalmente asfixiar a cualquier alfa, beta u omega hasta la misma muerte o manipularlos cuanto quisiera.

Su sonrisa afilada volvió y le quitó la tarjeta de identificación al alfa tendido en el piso.

El otro soltó un suspiro y se acercó a la cerradura de la puerta tras recibir de las manos del omega y compañero la tarjeta antes mencionada. El código no sería un problema pues uno de los informantes en cubierto había logrado conseguirlo y tras muchas dificultades la información logró llegar en buen estado a la base de datos que poseían.

Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora