Caminaba de un lado a otro como si eso fuera a traerle la tranquilidad que necesitaba. Desde que aquel día que charló con el omega no habían cruzado más que unas pocas palabras y eso lo ponía un poco ansioso, no sabía cómo tratar con él. Cada vez que el omega se iba a dormir se encerraba en la habitación, pero podía escucharlo gimotear y soltar algunos sollozos pronunciando palabras que no llegaba a distinguir desde detrás de la puerta. Extrañamente sentía la necesidad de consolarlo y llenarlo de mimos hasta que se calme, muchas veces se vió tentado a abrir la puerta con la llave, pero sería irrumpir en su privacidad. El de ojos esmeraldas no había marcado la habitación con su olor o su aroma y muchas veces se extrañó al no reconocerlo o poder sentirlo del todo. Era como una esencia él sabía que estaba presente, pero no distinguía, no lo lograba asociarlo a nada en especial o estaba mezclado con algo que no reconocía. Definitivamente controlaba muy bien sus feromonas o traía puesto algún supresor.
Ya llevaba varias noches despertando sin razón alguna y simplemente se quedaba sentado mirando la puerta de la ahora habitación del omega o haciendo cortas rutinas para cansarse y poder dormir. Si se quedaba dormido sentado en uno de los sofás vigilando la puerta del omega siempre despertaba cubierto por una de las sábanas de su propia cama y ese pequeño gesto por parte del omega le daba mucha ternura y una gran calidez se instalaba en su pecho al solo imaginarlo, pero prefería no tocarle el tema por temor a que se incomodara y dejara de hacerlo.
Realmente necesitaba descansar correctamente o eso le pasaría factura después, pero primero iría a por un vaso de agua. El invierno se acercaba y ya podía sentirlo en las manos - ¿Deku querrá algo caliente? – se preguntó en voz baja y ni siquiera sabía si el omega estaba despierto. Entrar en la habitación sin su permiso podría hacer que se sintiese amenazado y claro que, aunque le doliera un poco el orgullo aceptarlo, el omega no confiaba del todo en él. Siempre estaba a alerta y al mínimo movimiento de su parte simplemente se alejaba lo más posible o tomaba algo con lo cual poder defenderse. Él solo lo miraba extrañado y luego el pequeño se daba cuenta de su error y simplemente pedía disculpas y se iba a su habitación por horas.
- ¿Por qué me preocupo tanto por él? – soltó en medio de la cocina para sí mismo
Ni siquiera se preocupaba tanto por él mismo y eso empezaba a inquietarle. Negó. Él solo era una proyección de su pasado, escapando de su manada rota y buscando salidas donde no había pues siempre lograban encontrarlo o hacer que se quedara, pero para ese chico sí existía una forma de ser libre – libre... ¿realmente conocía el verdadero ser de esa palabra? – se puso a meditar un poco sobre eso. Todos dicen que la libertad más pura en su sentido se encuentra en la niñez, pero ¿cómo sabría él de ser libre cuando sus ojos se abrieron ante la crueldad de aquellos que debían amarlo? Tenía cadenas que lo ataban a su pasado y no lo dejaban ir. Sin embargo, Deku sí tenía un lugar al cuál ir y era muy probable que también tenga a alguien con quien volver, pues le había dicho que tenía que encontrar a una persona. Hizo una ligera mueca al imaginarse eso. Si tenía un lugar en cuál estar seguro, él lo ayudaría a llegar. Sería una forma de pasar un capítulo que en el fondo jamás cerró de su vida y quizá quitar una que otra cadena de su calvario. Sí, estaba siendo egoísta y lo admitía, pero más allá de todo eso realmente deseaba sacarlo de eso a lo que le temía y ayudarlo a ir muy lejos, algo que él no pudo hacer en su momento.
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Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]
Fiksi PenggemarTenían solo doce años cuando fueron llevados lejos de sus hogares, un día soleado que pensaron sería uno perfecto para salir a pasear y disfrutar de su compañía mutua. Han pasado seis años desde entonces .Tanto el alfa de cabellos cenizos como el om...