Casi todo había vuelto a la normalidad, pero los omegas tardaban en recuperarse. Muchos se negaban a salir de sus habitaciones y en algunas ocasiones debían sacarlos a la fuerza. Entre ellos se ayudaban a superar todo. Por lo que Bakugo escuchó, se habían escogido a algunos omegas para que ayudaran a los màs graves debido a que algunos omegas podían persuadir y calmar a casi todos solo usando sus feromanas. Midoriya había sido uno de ellos y debido a eso minimizaron sus "entrenamientos". Bakugo se sintió aliviado cuando Shigaraki envió esas órdenes al "Sector A" o así le decían a aquél lugar. Tras múltiples "charlas" con el alfa de cabellos celestes había logrado recolectar información suelta la mayoría inútiles, pero hubo un instante en el que Shigaraki habló de más estando con el de cabellos rubios cenizos cerca o al menos no se había percatado de que lo escuchó. El Sector A se encontraba bajo tierra en las afueras de la ciudad bajo el territorio de una gran casa controlada por una red de mafiosos que controlaban el tráfico de omegas, peleas clandestinas, entre muchas otras cosas.
Ese día en especial, Shigaraki fue a ver el progreso de Bakugo. Pondría a prueba como iba desarrollando su potencial. Había pasado un buen tiempo desde aquel trato y parecía que poco a poco el tiempo y los entrenamientos estaban dando frutos.
Shigaraki se puso a practicar con Bakugo en su horario habitual y sonrió al ver cómo a medio combate el rubio cenizo sacaba sus garras por intervalos de tiempo y vaya que el de ojos carmín sí tenía la intención de matarlo si era posible. Desgraciadamente aún era inexperto en cuanto a luchas, era demasiado impulsivo, pero no era nada que no se pudiera corregir. Podía mantener sus caninos alargados durante todo el encuentro, probablemente por instinto sin que se diera cuenta, pero era un avance. Shigaraki no se contenía al lanzar sus ataques y Bakugo estaba cada vez más agotado perdiendo velocidad a cada segundo que transcurría. El alfa mayor lo golpeó en la cara mandándolo directo al piso, pero Bakugo seguía con la mirada filosa y se puso de pie. Debía aprender lo más que podía por Midoriya y por él. Además, su orgullo no le permitiría rendirse ni flaquear ante otro alfa.
- Tus movimientos son demasiado predecibles – lo tomó del brazo y lo giró haciendo que terminara en el piso – eres muy impulsivo, pero creo que eso te funciona – Bakugo se volvió a parar y antes de llegar a Shigaraki recibió un zarpazo al lado derecho del abdomen – No puedes dejar de observar a tu enemigo – le mostró sus garras – debes aprender a predecir lo que el otro va a hacer y no debes confiarte en ningún momento
Bakugo esta vez no pudo levantarse. Tenía cinco cortes no tan profundos, pero sí lo suficiente como para hacerlo sangrar. El dolor era insoportable, pero seguía intentando ponerse en pie. Si no aguantaba eso ¿cómo podría prometerle a su compañero que lo salvaría? Para salvar a los demás, primero debes salvarte a ti mismo.
- Vas muy bien – le sonrio Shigaraki – pero si en este momento te mandara al Círculo, morirías. Tu resistencia es mayor al promedio y eso es bueno – limpió sus garras con un pañuelo – alguien normal no hubiese aguantado tantos golpes y no estaría despierto
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Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]
FanfictionTenían solo doce años cuando fueron llevados lejos de sus hogares, un día soleado que pensaron sería uno perfecto para salir a pasear y disfrutar de su compañía mutua. Han pasado seis años desde entonces .Tanto el alfa de cabellos cenizos como el om...