18. El Sabor de la Libertad

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Sentía como si se le clavaran aguijones en la cabeza y la presionaran al mismo tiempo

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Sentía como si se le clavaran aguijones en la cabeza y la presionaran al mismo tiempo. No podía enfocar su vista. Olía a metal y óxido, pero no era solo eso. Olía a sangre. Se paró asustado y el sonido metálico de las cadenas resonó en el lugar en el que estaba.

El sonido resonó aún más fuerte en su mente.

- ¡Vamos Deku! – le apuró – ya estamos cerca de la escalera

Siguieron corriendo con la respiración agitada hasta llegar a uno de los pasillos del ala médica y usaron la clave que les dieron para pasar sin ningún problema.

- Los demás ya deberían estar en las otras escotillas o camino al bosque – dijo Midoriya – Kacchan ¿cómo te encuentras?

- Sigamos, Deku. No nos queda de otra y no tenemos mucho tiempo. Estoy bien, así que no empieces – añadió molesto

Empezaron a subir las escaleras para dar con dos pasillos más, sabían por cuál ir, pero al escuchar unos pasos se detuvieron lo más pegado a la esquina que pudieron. Los supresores que les había dado Hawks eran tan fuertes que durarían un rango de un mes o un poco más y le ayudaría a cubrir su aroma por completo en sus primeros días. Esos supresores se encargarían de ocultarlos un poco, por lo menos su olor no los delataría, lo mismo pasaba con su "aroma".

- Magne, iré adelantándome – se escuchó por el pasillo

Bakugou extendió su brazo y pegó lo más que pudo a Midoriya para evitar que lo vieran. La mano del omega buscó el bisturí que estaba oculto entre sus ropas y vendajes. Sus pulmones le exigieron el oxigeno que estaba conteniendo sin darse cuenta.

- Iré por mi equipo – se escuchó– no tardo, debemos encontrar a los que escaparon del sector 1B. Alguien ha reportado la desaparición de dos omegas.

- Ese es Magne – susurró Midoriya al reconocer la prominente voz del beta

Por las palabras de Magne todo estaba funcionando como lo habían planeado

Los ojos del omega chocaron con el beta de la máscara. Los tres se quedaron quietos por unos segundos y Bakugou sacó sus garras apuntando directamente al cuello. El beta logró sostenerlo del brazo y empujarlo a uno de los pasillos. Se acercó al omega y lo tomó del cuello con tanta velocidad que no fue capaz de detenerlo, le hizo una seña al alfa advirtiendo que se quedara quieto y le tapó la boca al omega para luego sujetar su mano con el bisturí que iba dirigido a su rostro.

- ¿Compress sucede algo? – dijo mientras los pasos se escuchaban cada vez más fuerte

- No ha sido nada – le respondió inmediatamente – he sido yo, me he tropezado al querer ir al sector. Los pasillos están despejados, puedes proseguir a por tu equipo. Comunica la situación a los demás – le ordenó

Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora