Nuestra libertad [Tododeku][Bakushima]

40. Egoísta

Por fin había dejado de llorar y ahora sus ojos se sentían completamente hinchados, realmente debió haber mostrado su lado más patético frente a Shoto, pero no se arrepentía de nada y ahora se sentía mucho mejor - ¿Cuánto podría aguantar? – se preguntó miles de veces en el camino de regreso, no había pensado en nada más que eso en completo silencio. Esa pregunta estaba empezando a ponerlo inquieto y se reprendía mentalmente para no entrar en detalles en ese momento. No quería ponerse a pensar en eso ahora, pero era inevitable no terminar en el mismo tema.

Suspiró.

¿Por qué todo era tan difícil para él? Solo era un imán de problemas y tarde o temprano terminaría arrastrándolo a él también. Shoto estaría mejor sin alguien así. De una manera u otra las personas a su alrededor siempre terminaban mal y aunque no quisiera admitirlo, la cruel realidad es que todo es su culpa. Si él no hubiese nacido con la genética que tenía o no se hubiera separado de su madre junto a Katsuki nada estaría pasando, probablemente estaría mejor sin alguien como él a su lado, no, sería lo mejor para todos. Siempre caminaba mientras cargaba el peso de su llanto encima, otra cosa es que nadie lo viera hacerlo.

Ahora que sus sospechas se habían vuelto realidad ¿sería posible vivir sin estar a su lado? El alfa nunca se daría cuenta de nada y formaría su familia con otro omega mientras él llevaría ese peso en su corazón por el resto de sus días si lograba sobrevivir. Podría cargar con eso, debía hacerlo por el bien de ambos. Tenía tantas ganas de gritar en ese momento y su omega interior lloraba y gimoteaba sin parar, pero no podía permitirse que se notara el conflicto por el que estaba pasando o Shoto terminaría preguntando y él no podría mentirle nuevamente. Su mirada le hacía sentir que sabía todo y se ponía muy nervioso, pero al mismo tiempo deseaba quedarse admirándolos por todo el tiempo que quisiera. Era extraño tener a alguien y saber que tienen un vínculo, pero sin sentirlo. La media marca de Katsuki interfería con la conexión y no le permitía terminar de conectar con él. Era incómodo tener esta sensación unilateral, pero así sufrirían menos cuando se fuera.

Adoraba al alfa, había sido demasiado bueno con él sin saber del lazo que irremediablemente los unía, un cariño puro y sin segundas intenciones. Shoto es una persona buena porque conocía el dolor debido a lo que le había contado sobre su familia y se notaba que no quería que nadie cercano a él saliera herido de ninguna manera. Deseaba su felicidad y realmente la merecía, pero ¿para eso debía sacrificar la suya? ¿era capaz de hacer algo como eso? Sinceramente estaba acostumbrado a poner a los demás delante de él, tenía muy en cuenta su rol en la vida de otras personas y su manada era su prioridad, la manada te respalda y te sostiene si tú estás dispuesto a dar todo por ella. Confianza, lealtad y unión, esos eran sus principios. Nadie jamás debía romper con cualquiera de esos tres, eso los había mantenido unidos desde que sus caminos se cruzaron.

Suspiró y desvió su mirada al frente al reconocer el edificio.

Algunas veces deseaba que Katsuki no lo hubiera encontrado el día que quiso irse de este plano y encontrar algo mejor, un deseo muy egoísta, pero en ese entonces no parecía haber otra salida más que esa. Hasta ahora dudaba que hubiera salida alguna del problema en el que se encontraba metido. Si no era él, otra persona lo sería. Shigaraki tenía en la mira a otras personas con genética parecida a la suya y los haría pasar por la misma pesadilla que a él. Eso lo llenaba de molestia, solo tenía 12 años cuando se lo llevaron ¿Qué les impedía llevarse a alguien más joven e indefenso? Nada y debía encontrar la manera de ubicar a esas otras personas junto a Katsuki para protegerlas, nadie sabía de los planes de esa persona tan desalmada como lo era ese alfa y su jefe. Sus prioridades en este momento eran otras.