Isabelle Roberts
Hoy era la noche en donde Jeremy se quedaría en nuestra habitación, llego y con Stanley comenzaron a jugar de inmediato, Emily estaba pegada al teléfono de Tom, detestaba cuando hacía eso.
—¿Que crees que estarán haciendo Harrison y Ashley?—Le pregunte con una sonrisa a Tom.
—Lo que haremos tú y yo mañana—Se acercó a mi y me beso.
Solté una risita y le mire, la conversación que tuve con Ashley vino a mi cabeza.
—¿Que?—Tom me saco de mis pensamientos.
—Nada—Respondí volviendo a sonreír.
Los chicos hace poco se habían quedado dormidos, Emily seguía despierta jugando con Tom.
Les mire admirándolos y los pensamientos volvieron, no dudo del amor que le tengo a Tom, ni tampoco dudo del amor que el me tiene a mi, o eso creo.
—¿Que no te cansas niñita?—Tom dijo riendo al ver que Emily estaba más activa que nunca.
Sonreí y me acerqué.
—Con esto caerá dormida—Me senté en la cama y la tomé.
Le comencé a dar pecho y poco a poco comenzó a cerrar sus ojos, mire a Tom con una sonrisa orgullosa.
—Eres la mejor—Se acercó y dejó un beso en mi frente—Te amo.
"Te amo" las dos palabras quedaron dando vueltas en mi cabeza, es algo que me lo dice muy seguido, quizá ya perdió el significado o lo dice solo por costumbre.
—Yo también—Respondí y me sonrió, se volteó y cubrió su espalda con la sábana.
Desperté por las risas de los chicos, levante mi cabeza y les mire.
—Duerman para que mañana puedan estar con energía—Les dije y ellos se callaron de inmediato.
—Si mamá—La tierna voz de Stanley respondió, sonreí volviendo a cerrar los ojos.
Esta vez desperté sola, todos seguían dormidos, chequee a Emily y caminé al baño, me arreglé y al salir vi los pequeños ojos de Stanley abiertos.
—Hola—Susurre.
—Hola—Me imitó y sonreí, me acerqué y dejé un beso en su frente—¿Puedo ir con papá?—Me pregunto.
—Ve—Le dije.
La puerta sonó y caminé a abrirla, Ashley me miraba sonriente.
—¿Buena noche?—Le dije riendo.
—Así es—Contesto—¿Jeremy? ¿Como estuvo?
—Bien, se quedaron dormidos temprano pero luego despertaron, no se a que hora se volvieron a quedar dormidos, pero ahí está, sigue durmiendo.
—Me lo llevó porque tiene que ducharse—Me dijo y la dejé entrar.
El aún dormido la abrazo.
—Ya no tienes 5 años como Lee Jeremy, me pesas—Ella dijo.
Harrison aparecía por la puerta y le ayudó.
—Gracias Isa—Me dijo y le sonreí.
Cambie mi ropa y arregle mi cabello esperando a que alguien de esta habitación despertara, en el baño terminaba los últimos detalles cuando Tom apareció por la puerta.
—Te ves hermosa—Me dijo mirándome de pies a cabeza, me acerqué a él y con su mano en mi cintura me acercó a él.
Me beso y al separarse golpeó mi trasero.
—No puedo esperar a la noche—Me susurro y solté una risita.
Como todos los días salimos del hotel y caminábamos por las calles, recordando escenas de la película, tomando fotos o simplemente admirando todo.
—Te portas bien ¿Ok?—Le dije a Stanley y el asintió obedientemente—Cualquier cosa ya sabes, la tía Ashley o al tío Harrison.
—Bueno mamá—Respondió, deje un beso en su mejilla y el entro a la habitación.
Tom venia con Emily dormida en los brazos.
—Ashley si Emily despierta no te preocupes y tráemela—Le dije y ella me negó.
—Ve—Me dijo sería—Yo me las arreglo con esta niña tan buena—La tomo en sus brazos.
Le sonreí y volví a la habitación con Tom.
—¿Que hacemos?—Le pregunte al cerrar la puerta.
—Vamos—Me tomó la mano y salimos de nuevo por la puerta.
No dije nada y le seguí, caminamos por todo el pueblo en silencio hasta llegar a la playa.
—La verdad si ya no estuviéramos casados consideraría pedirte que seas mi esposa aquí—El dijo, le mire y sonreí.
—¿Te arrepientes de casarte conmigo?—Pregunte de la nada, me miro con el ceño fruncido.
—No, no lo hago ¿Tú?
Me demoré un segundo en contestar.
—No, tampoco.
—¿Por que preguntas?
—No lo se, ya sabes como soy, aveces me siento un poco insegura, solo ignóralo.
Dejo de caminar y me miro.
—Te amo ¿Ok?—Tomo mi rostro con sus manos—No lo olvides.
Asentí sin creérmelo, me odiaba en este momento por no creerlo.
—Ven aquí—Me atrajo a sus brazos.
Le abracé fuerte tragando el nudo de mi garganta, sus palabras ya no tenían efecto en mi, cada vez que intentaba creerle todas sus acciones venían a mi cabeza.
—¿Quieres volver? Esta comenzando a hacer frío—Se separó y asentí con mi cabeza, se acercó y beso mi frente.
Caminamos de vuelta y entramos a la habíamos, se sentó en la cama mirándome, me acerqué a él y me senté encima suyo.
Me comenzó a besar lentamente, su mano subió por mi cuello hasta mi mejilla, me tomo desde mi trasero y se levanto, delicadamente me recostó en la cama.
Se me lleno la cabeza de recuerdos, todo lo que no había visto estaba apareciendo en mi cabeza, pequeñas cosas que el creía que con un te amo se irían, la palabra te amo, el rechazo que le he cogido, tanto escucharla, una palabra tan grande dicha así solamente.
Al sacar los pensamientos de mi cabeza, me di cuenta que Tom ya estaba encima de mi, me sorprendí e intenté igualar el ritmo, pero no pude, solo intentaba que Tom no se diera cuenta lo distraída que estaba.
Se dejó caer al lado mío con su pecho subiendo y bajando rápidamente, se acerco a mí y beso mi mejilla.
—Eres increíble—Me dijo, le sonreí como respuesta, se volteó y yo me levante—¿Estas bien?
—Si, voy al baño.
Entre y cerré la puerta, me mire al espejo y lave mi rostro.
—Mierda, mierda, mierda—Maldecí susurrando y una lágrima corrió por mi mejilla.
¿Por que me siento así? Cuando todo estaba tan bien, pero no puedo superar lo qué pasó años atrás, no puedo superar que mientras estando conmigo, estuvo con otra mujer, y dos veces, debí haberle perdonado pero no haber vuelto, los niños si juegan un gran papel en esto ¿Como los voy a separar de su padre?
No es tan malo, puedo hacer que todos estos pensamientos se vayan y ser feliz, al final eso es lo que he estado haciendo todo este tiempo.
Lave mi rostro y volví a la cama, junté mi espalda con la espalda de Tom y cerré mis ojos.
—Ya pasará—Me dije a mi misma.
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Welcome to the fatherhood-Tom Holland
FanfictionSEGUNDA PARTE DE "TAKE A CHANCE ON ME" El paso a la vida familiar representa un cambio enorme, quizás, el más grande que una pareja tenga que afrontar nunca.