7.

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Isabelle Roberts

La primera semana de clases de Stanley había terminado.

—¿Seguro que no tienes nada que hacer?—Le pregunte.

—No mamá, hice todo en clases.

Le sonreí y lo senté en mis piernas.

—Te amo lo sabes ¿Verdad?

—Si mamá y yo te amo a ti—Bese su mejilla.

—Ok ve—Le dije dándole permiso para ocupar la consola.

El corrió feliz.

Puse mis audífonos y llamé a Ashley.

—Hola Isa—Comenzo nuestra charla de cada día.

Ashley me contaba su día y yo el mío mientras ordenaba y limpiaba la casa.

—Verlo todos los días esta semana ha hecho que vuelva a sentir esas cosquillitas que me daban al verlo con Stanley.

—Es obvio Isabelle, aun lo amas y se que quieres volver con el. Mira te entiendo, se que cometió errores pero yo lo veo muy arrepentido.

Suspire.

—Quiero confiar Ash, te juro que quiero. Pero eso lo cambió todo.

—Cambió su relación pero no lo cambió a él, sigue siendo la misma persona con la que te enamoraste profundamente y sigues enamorada.

—Lo se.

—Piénsalo Isa, quizás solo necesitas un empujón para arriesgarte. El vale la pena el riesgo.

—Si, iré a acostar a Stanley.

—Ok, adiós.

Corte la llamada y fui a preparar a Stanley para dormir.

—Buenas noches—Deje un beso en su frente.

El se acomodó en la cama y cerró sus ojos, salí de su habitación y apagué la luz.

La hora se pasó rápidamente mientras escuchaba música para hacer esto de dueña de casa más entretenido.

Mi teléfono vibro muchas veces.

-ola
-te amo mucho
-quuero estar contigo ahorsw
-te extraño muxo
-isabte amo

Claramente estaba borracho, marque su numero y lo llame.

—Gracias por llamar mi amor necesitaba escuchar tu voz—Tom contestó.

—¿Donde estas?

—Donde siempre veníamos de fiesta, extraño eso cariño.

—Quédate ahí, voy por ti.

Corte la llamada y marqué el número de la señora Robinson.

—Hola cariño—Ella me contestó dulce como siempre.

—Hola ¿Está muy ocupada?

—No cariño ¿Que necesitas? ¿Está todo bien?

—Si, pero necesito salir y no puedo dejar a Lee solo ¿Puede venir por favor?

—Claro, llegó enseguida.

—Muchas gracias.

Siempre tuvimos a la señora Robinson cerca de esta casa ya que sabemos cuán importante es para ella y creó un gran lazo con Lee.

—Está durmiendo, es por si despierta—Le dije cuando llego.

—Ve tranquila, no te preocupes.

—Muchas gracias.

Le sonreí y maneje al club donde estaba Tom.

Lo busque con la mirada y al
verlo caminé donde el.

—Deja eso—Le quite el vaso de la mano.

Me miró y me abrazó enterrando su cabeza en mi pecho.

—Vamos, levántate—Dije ayudándolo a pararse.

—Te amo.

Caminé con el como pude hasta llegar a mi auto.

—¿Como llegaste aquí?—Le pregunté abrochándole el cinturón.

—No lo se—Río.

Subí y conducí a la casa.

—Muchas gracias de verdad—Dije despidiéndome de la señora Robinson.

—¿Al fin volvieron?—Ella preguntó.

—No—Reí mirándolo.

Ella se fue y mire a Tom que desde el sofá me miraba.

—Te tengo una pregunta aun que estas borracho y probablemente no me contestes coherentemente.

Me senté a su lado y el sonrió.

—¿Me extrañas lo suficientemente para beber o bebiste lo suficiente para extrañarme?

—¿Que?

Negué con la cabeza y me quede sentada a su lado.

—¿No me arrepentiré de nada si te doy otra oportunidad?—Le pregunte al sentir su cabeza apoyada en mi hombro.

Al no escuchar respuesta lo mire y estaba completamente dormido.

Apoye mi cabeza en su cabeza y cerré mis ojos solo por un momento pretendiendo que nada había pasado.

Abrí mis ojos y vi a Stanley acurrucado a mi igual que Tom.

—Tom—Susurre a su oído—Tom—El abrió sus ojos—Muévete un poco para allá tengo que acostar a Stanley.

El se movió y tome en mis brazos a Stanley y lo recosté en su cama.

Volví al sofá con una manta para Tom, lo cubrí pero el tomó mi mano.

—Quédate aquí, por favor.

—Tom...

—Por favor.

No me resistí y me recosté a su lado, el paso su mano por mi cintura asegurándose que nuestros cuerpos estuvieran completamente pegados.

Di una gran bocarada de su olor mezclado con alcohol y cerré mis ojos.

—Lo siento mucho de verdad yo...

—Shhh, solo... No digas nada—Dije haciéndolo callar.

Cerré mis ojos y me olvidé de todo para congelar este momento y no olvidarlo nunca.

Welcome to the fatherhood-Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora