Tom Holland
Desperté muy temprano ya que tenía las horas cambiadas al estar en Nueva York estos días, no quise despertar a Isabelle así que me levante con mucho cuidado, camine a la cocina, me prepare un te y me lo tome mirando a la nada sentado en la mesa de la cocina, minutos después Isa apareció en la cocina, con sus ojos decaídos y con una manta cubriendo su espalda, camino hacia mi y se sentó en mis piernas sorbiendo sus mocos.
—¿Que haces despierto a esta hora?—Me pregunto—Vamos a la cama, es muy temprano y hace frio.
—No pude seguir durmiendo—Termine el te.
—Vamos—Se levanto y tomó mi mano empujándome.
La seguí con su mano tomada y subimos las escaleras, volví a meterme a la cama y ella se acurrucó rápidamente a mi lado.
—¿Te sientes mejor?—Le pregunté y ella negó—¿Peor?—Negó nuevamente.
—Estoy igual.
—No iras a trabajar hoy.
—No puedo faltar de nuevo.
—Tampoco puedes salir así, tienes que cuidarte y no solo por ti, si no que también por Emily.
—Pero no puedo faltar solo por faltar al trabajo.
—Estás enferma Isabelle, todos lo entenderán y si te hacen un problema no vas a trabajar más, porque sabes que no lo necesitas—Me puso cara mala—Lo sabes, por mi estarías en casa sin tener que levantarte todas las mañanas y enfrentar el mundo.
Ella soltó una carcajada.
—No soy un bebé—Dijo mirándome.
—Para mi si—La estreche a mi—De verdad no dejare que salgas así de la casa, a Christian no le importará.
Suspiro y tomó su teléfono.
—¿Que haces?
—Le habló a Chris que no iré a trabajar.
Sonreí orgulloso y la observé como sus ojos de achinaron cuando todo el brillo de la pantalla de su teléfono le alumbró la cara, me miro de reojo y río.
—¿Que?
—Siempre haces eso.
—¿Que cosa?
—Esa sonrisa, cuando consigues lo que quiero.
—Bueno esa es mi sonrisa de ganador—La hice nuevamente y río de nuevo.
—¿Que se supone que tengo que sentir cuando lo haces?
—Muchas cosas—Subí y baje mis cejas repetidamente haciéndole cosquillas.
Ella comenzó a reír pero su risa se interrumpió por un gran estornudo.
—Perdón— Se disculpó sorbiendo los mocos.
—Y así quieres que te crea de que no eres un bebé—Le dije admirando su ternura.
—La única bebe aquí está dentro de mi.
Puse mi mano en su estómago y sentí un movimiento.
—¿Acaba de?—Dije sorprendido—¿Sentiste eso?—Volví a hablar—Ella pateo—Una sonrisa se formó en mi rostro—O quizás fue su mano, o su cabeza, o su codo, quizás solo...
Los labios de Isabelle me callaron pero se separó rápidamente.
—Estoy enferma.
—Da igual, sentí por primera vez a mi hija—Volví a juntar nuestros labios.
Al separarme pegue mi cabeza a la panza de Isa.
—Vamos Emily. una vez más—Hablé—Hazlo por papi—La mano de Isabelle masajeaba mi cabeza—Si me escuchas muévete—Sentí la risa de Isabelle.
Estos momentos no los cambiaría por nada en el mundo, es algo inexplicable y todo hombre los debería experimentar, pero nadie lo vivirá de la misma forma que yo, ya que no tienen a la mejor mujer del mundo a su lado, todo es diferente por ella, todo es más especial por ella, y estoy seguro que no sabe cuánto la amo, aunque se lo repita constantemente. La conozco y se lo insegura que puede llegar a ser, por eso siempre le recuerdo cuanto la amo o lo hermosa que es, la buena madre y lo buena esposa que es, soy el más afortunado por tenerla a mi lado y en estos momentos es donde todos estos años con ella impactan en mi de una sola pasada.
—¿Te he dicho que te amo y lo hermosa que eres?—Dije acercándome a ella.
—Si—Sonrió—Pero no me molestaría escucharlo de nuevo.
Sonreí y acaricié su mejilla.
—Te amo tanto que aunque te lo diga todos los días a toda hora no podría expresar cuánto es en realidad, y carajo que eres hermosa nena, se que no te das cuenta pero todos te quedan mirando cuando salimos a la calle y me siento el hombre más afortunado porque se eres solo mía ¿Lo eres verdad?
—Lo soy—Me contestó mirándome fijamente—Te amo Thomas, de verdad, gracias por todo—Hizo puchero y escondió su rostro en mi cuello.
Solté una risita y bese su mejilla.
—No te merezco—Ella susurro.
—No digas eso, yo no te merezco, he cometido muchos errores pero aún así tú sigues conmigo.
—Todos cometen errores Tom.
—Tú no, eres perfecta.
—No lo soy, pero gracias por decirlo.
—Si lo eres.
—No jugare tu juego—Ella dijo y los dos reímos.
Recosté mi cabeza en su pecho y sentí los latidos de su corazón, música para mis oídos.
—Dormiré un rato más—Ella dijo.
—Está bien.
Me quede ahí, seguramente horas escuchando sus calmados latidos y sentí como su pecho subía y bajaba pasivamente hasta que mis ojos cayeron para volver a dormir.
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Welcome to the fatherhood-Tom Holland
FanfictionSEGUNDA PARTE DE "TAKE A CHANCE ON ME" El paso a la vida familiar representa un cambio enorme, quizás, el más grande que una pareja tenga que afrontar nunca.