Welcome to the fatherhood-Tom Holland

5.

Tom Holland

Me baje del auto solamente para escuchar su dulce voz.

—Hola Isabelle—Dije sin expresión ya que la vergüenza me consume.

—Hola Tom—Dijo seca, trague incomodo.

—Hola papá—Stanley me abrazó.

—¿Como estas campeón?—Le salude—Lo traigo de vuelta a las...

—No importa, solo no muy tarde—Me interrumpió.

Le asentí y caminé al auto.

—¿Cuanto tiempo más va a ser así?—Stanley dijo.

Lo mire confundido.

—¿Así como?

—Ella allá y tú acá, ya no se dan besos como antes ni siquiera se abrazan—Se amurro.

—Peque no es necesario hacer esas cosas para demostrar que amo a mamá.

Stanley suspiro.

—Los extraños papi.

—Yo también lo extraño.

A Stanley le encantaba pasar la tarde jugando con la consola pero no pude sacarme de la cabeza a Isabelle.

He perdido mucho tiempo. Ha sido casi un año sin volver a intentarlo sabiendo que a pesar de todo lo que hice queremos estar juntos. Me arrepiento y no encuentro las palabras perfectas para decirlo, lo siento mucho y si pudiera volver el tiempo atrás lo haría y nunca cometería tantos errores que lo
único que hicieron fue arrebatarme al amor de mi vida y a mi familia.

Lo noto en su mirada, cuando la veo se que ella también desea que esto nunca hubiera pasado, es tan valiente y se quiere tanto que no permite que nadie le haga daño.

Tome mi teléfono y marqué su numero.

—¿Hola?—Escuche su voz por el teléfono.

—Hola, es Tom. Lo siento si interrumpo pero mi auto no funciona y te quería preguntar si puedes venir a buscar a Stanley. Lo siento.

—No te disculpes, no está en tus manos poder hacer algo. Voy para allá.

—Ok—Dije y se finalizó la llamada.

Mire a Stanley desde la ventana, jugaba con unos pequeños.

Dije que nunca la dejaría, ahora ella se siente tan triste desde que esta sola y siento un vacío en mi corazón con tan solo verla así y saber que fue mi culpa.

La puerta sonó y supe que era ella, recuerdo exactamente como sus golpes son.

Abrí la puerta y le sonreí, ella sonrió por un mini segundo y un silencio quedó entre nosotros.

—¿Y Stanley?—Rompió el silencio.

—Aun está jugando con sus amigos, pasa.

Abrí paso y ella entró.

—Siéntate, quiero hablar contigo un momento—No sabía que iba a decirle.

—¿Es sobre Stanley?—Se sentó.

Me senté a su lado.

—No, es sobre... Nosotros.

Su boca se abrió un centímetro dejando entrar más aire de lo normal que lo soltó todo de un suspiro bajando sus hombros.

—Tom...

—Solo escucha, por favor—Dije antes que saliera otra palabra de su boca.

Junto sus manos y me miró atentamente.

Negué con mi cabeza sin saber que decir.

—No es nada, olvídalo. Iré a buscar a Lee—Me levante pero su mano tomó la mía.

La mire y un nudo se me hizo en la garganta ¿Como mierda pude haberle hecho daño a la mejor mujer de mi vida?

—Solo dilo.

Ella quería escucharlo también.

—Ese es el problema, no se como decirlo—Volví a sentarme.

Suspire y deje un mechón de su hermoso cabello detrás de su oreja, ella cerró sus ojos al sentir mi tacto.

—Quería decirte que estoy muy arrepentido de todo y que lo siento demasiado. Te amo y te extraño de una forma que no te imaginas.

Las palabras comenzaron a salir por si solas.

—Se que te defraude y rompí la confianza que había entre nosotros pero estoy dispuesto a hacer hasta lo imposible para volver a ser como antes, yo sólo quiero volver a tenerte en mis brazos y poder decir orgullosamente que te amo y que nunca pero nunca volveré a fallarte.

Ella no dijo nada.

—No tienes que responder, te estoy avisando que desde hoy, ahora comenzaré a recuperarte.

Sonreí orgulloso.

—Buena suerte con eso, rompiste nuestro lazo de confianza y eso no se arregla de un día para otro.

Se levantó y llamó el nombre de Stanley, le sonreí de brazos cruzados. Me encanta esta mujer.

—Me avisan cuando lleguen—Dije despidiéndome.

—Ok—Ella dijo caminando a su auto.

Se volteó y me miró con los ojos entrecerrados.

—¿Que?—Sonreí.

—¿Tu auto no estaba malo verdad?

—Nop.

Ella sonrió y camino a mi.

—Nos vemos—Dijo cerca de mi.

Baje mis ojos a sus labios deseándolos y ella paso su lengua por el inferior humedeciéndolo.

—No hagas eso—Dije subiendo mi mirada.

—¿Que cosa?

—Solo no lo hagas.

Odio tenerla así de cerca y no poder tocarla como me gustaría hacerlo.

—Si me dijeras que cosa quizás podría dejar de hacerlo.

Mire hacia otro lado contiendo las ganas que tenia de tomar su rostro con mis dos manos y besarla como no lo he hecho en meses.

—Como dije, me avisas cuando lleguen—Di un paso atrás.

Ella se volteó y pude respirar.

—Adiós papá.

—Chao pequeño, te amo—Le grite.

—Te amo más.

Sonreí y entre a la pequeña casa que tenía.

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me salvé y tengo mi teléfono;)))

love u all xx