57.

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Isabelle Roberts

Llegue en la oficina pensando en lo diferente que había sido hoy en la mañana, nunca me había sentido tan cercana y cómoda con Tom, aún los dos no sabíamos bien cómo actuar ante toda la situación pero es mejor que antes sin dudarlo, o al menos yo me siento mejor.

Tome un sorbo de mi café mientras ordenaba y dejaba las cosas que usaría hoy encima de mi escritorio, levante mi mirada y Christian estaba parado fuera esperando que le viera, moví mi mano saludando y el entro.

—¿Como estas?—Me pregunto entrando y cerrando la puerta.

—Estoy bien—Rodeé el escritorio y me apoye en el—¿Y tú?

—Bien—Respondió y solté una risita—¿Esto va a ser algo frecuente?

—¿Que cosa?

—¿Que te rías de mi?—Reí y el también.

Vi detrás y Alya esperaba que le dijera que podía pasar, le sonreí y ella entró.

—Sigan, hagan como que no estoy—Ella dijo y comenzó a sacar sus cosas.

Mire a Christian y el a mi.

—Ya está hecho—Dije.

—¿Que cosa?

—Lo que te dije que haría, ya esta hecho—Espere que entendiera sin tener que decirlo.

Me miro entrecerrando sus ojos.

—¿Lo hiciste ayer?—Asentí—¿Estas bien?

—Dentro de lo que cabe, si—Respondí y el asintió ocultando su sonrisa.

—¿Que significa eso ahora?

—No lo se.

—Podemos seguir hablando de esto luego y me cuentas más, si quieres.

—Si, puedo ir a tu oficina después.

—Ok—Asintió—Nos vemos—Dio un paso atrás—Buenos días Alya.

—Buenos días—Ella le miro y pude notar como estaba tratando no reír.

Salió de la oficina y mire a Alya con los brazos cruzados, ella me miro y rio.

—Me estás haciendo pensar que el no es solamente el jefe para ti.

—Es mi amigo—Volví a sentarme, me miro no convencida y yo no dije nada.

Comencé a trabajar en lo que tenia que hacer, devolví dos bosquejos de dos historias y estaba comencé a analizar el tercero cuando sentí la mirada de Alya.

—¿Que pasa? ¿Necesitas algo?—Le pregunte y ella sonrió inocentemente.

—Necesito que vayas a donde el jefe, para que deje de dar vueltas pasando por enfrente de nosotras para que le veas, ya me tiene mareada—Ella dijo—Mira, posiblemente en unos cinco minutos más pasará de nuevo.

Las dos esperamos expectantes y cómo dijo ella pasó caminando, reí y me levante, abrí la puerta y caminé a su oficina, en la puerta esperé a que llegara de su caminata, le vi acercarse y le mire.

—¿Terminaste tu ronda?—Le pregunté.

—Si, tengo que asegurarme que todos trabajen—Abrió su puerta, asentí y los dos entramos.

Se sentó en el sofá y dio palmaditas a su lado para indicarme que me sentara ahí y lo hice.

—Supuse que a lo que te referías era a Tom ¿Verdad?—El preguntó y asentí sin decir nada—¿Quieres hablar de ello?

Welcome to the fatherhood-Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora