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Isabelle Roberts

Tom y Stanley ya se habían ido y estaba con Emily aún en la cama con la televisión prendida cuando me entro una llamada de Damon.

—Hola—Conteste.

—¿Me abres la puerta?

—Damon, estoy acostada—Le dije quejándome—Hay una llave escondida en la planta de la entrada.

—Espera—Dijo—Ok, voy—Le corte.

Escuche como se abrió la puerta y subía las escaleras, entro a la habitación y le sonreí, se acercó a abrazarme para luego se tiró a la cama.

—Estoy horrible—Dije riendo y arreglando mi cabello.

—Como si nunca te haya visto recién despertada—El dijo y le sonreí, mire a Emmy a mi lado que movía sus manos al aire.

Damon quito sus zapatos y se subió completamente a la cama, tomó a Emily con cuidado y se sentó en mi lado con ella en sus brazos.

—Y bueno...—Le mire y me miro de vuelta, moví mis cejas y el río confundido—¿Cuando me contaras todo con Lucia?—El río—Todo—Le apunte—Que si tenemos 17, 20 o 80 años me tienes que contar todo.

—Es un poco raro decirte todo—El dijo soltando una risita nerviosa.

—No lo es ¿Por que lo sería?—Me acomode en la cama mirándole.

Se demoró unos segundos en contestar mientras que su dedo jugaba con la mano de Emily.

—Se que fue poco tiempo y una equivocación pero tú y yo...

—Oh—Le interrumpí.

Recordé lo que había pasado hace años atrás, cuando con Tom terminamos por primera vez seriamente.

—La verdad no me acordaba de eso en años, ni siquiera Tom lo sabe.

Me miro pero luego bajo la mirada para ver a Emily, ella apretaba el dedo de Damon con su pequeña mano y el lo movía de lado a lado.

—Bueno, quedamos en nunca hablar de eso y pretender de que nunca pasó—El
hablo y asentí—Además fueron unas semanas.

—Un mes—Le dije.

—4 semanas—Me dijo y reí—De todos modos fue importante para mi, siempre yo quedaba como la broma, como el chico enamorado de su mejor amiga mientras ella estaba con el hombre perfecto.

—Nunca bromee ni deje que bromearan contigo Damon—Le dije y el me miro no convencido—Para mi también fue importante D—Le sonreí—Me trataste muy bien y de verdad me sentí querida contigo cuando solo quería estar sola y llorar,pero aún así creo que se confirmo lo que yo siempre decía...

—Que funcionamos mejor como amigos—El lo dijo por mi y yo asentí—Tu sabes que te amo y siempre lo haré, eres una de las personas más importantes en mi vida ahora, antes y siempre lo serás.

—Lo mismo digo—Le dije.

—Pero no lo dices de la misma forma.

—Te lo digo de la única forma que existe Damon—El apartó su mirada—Y fue un error hacer que nunca habláramos eso, nunca nos dimos la chance de hablar de lo qué pasó realmente, ni de lo que sentimos.

—Está claro que sintió cada uno—El me respondió—Yo estaba feliz, ya ni me da vergüenza decírtelo, eso era lo que yo siempre había querido, pero te conocía y te conozco, no estabas feliz, no de la manera en que yo lo estaba, y lo entiendo completamente de verdad, yo lo único que quiero es que seas feliz.

Le sonreí lastimosamente.

—Nunca podré describir lo querida que me haces sentir Damon, eres tan incondicional, y estoy tan feliz de verte feliz ahora, como debes estar.

—Es que tu y tu hermana son tan diferentes, lo único que tienen en común son el apellido, ella me hizo sentir tan bien luego de tanto tiempo, que no sabía como reaccionar a esos sentimientos, y pensaba que estaba mal ¿Como iba a enamorarme de la hermana de la chica que he estado enamorado toda mi vida? pero ya lo entendí, siempre quise buscar alguien parecido a ti, por lo menos para estar un poco más cerca de lo que quería, pero nadie te igualaba, todo lo contrario me pasó—Río—Lucia es todo lo contrario a ti, y cuando comencé a sonreír cada vez que ella me miraba o hacía alguna estupidez me di cuenta que ya no pensaba en ti, ya no de la manera que lo hacía antes.

—Para mi no es incomodo que estés con ella, de hecho es lo mejor que pudo haber pasado, no hay alguien mejor que tú para ella, te conozco tanto que se que le harás sentir la mujer más amada del mundo, porque así eres tú, eres un ser de amor—Me sonrió—Y perdón, por proponer que nunca habláramos de eso, estuvo mal, no es que me avergonzara ni nada, pero siempre tuve sentimientos por Tom y de alguna forma sentí como que le engañaba.

—Además no fue nada, solo unos besos y bueno...

—Si, esa noche, pero nada más.

—Y tú estabas soltera así que no hicimos nada malo.

—Exacto, nada malo—Solté una risita.

—Cuando quieras se repite—El bromeó y reí golpeando su hombro—Es broma, ahora de verdad que Lucia me tiene mal—Dijo suspirando y sonreí.

—Estoy muy feliz, por fin estás con alguien que te merece—El asintió con su cabeza y elevó a Emily.

—Estás preciosa Memmy—Le hablo tiernamente.

—¿Cuantos apodos tiene esta niña por dios?, Em, Milly, Emmy y ahora Memmy.

—Todos los del mundo—Le dijo rozando su nariz con la suya.

Le sonreí y mire la tele, sentía un alivio luego de la conversación, y le contaría a Tom, no veo la razón porque se moleste, fue hace muchos años y no estábamos juntos.

—¡Emilia!—Damon exclamo llamándole por otro nombre y le mire riendo—¿Que acabas de hacer?—Se quejo y me la entrego—Hizo popó—Me dijo con cara de disgusto.

—Damon—Reí tomándola en mis brazos, acerqué mi nariz a su trasero para olerle.

—¿Que haces?—Damon hablo fuerte.

—¿Que? Tengo que hacerlo—Se la estiré para que la tomara pero el me miro dudoso—Tenla un poco Damon, para ir a buscar las cosas y cambiarla.

El la tomó manteniendo la distancia.

—Ay pobrecita de mi bebé—Dije acomodándola para limpiarla—Nadie la quiere como yo lo hago, con popó y sin popó.

Ella me miraba con sus grandes ojitos y sonreí.

—Muy linda la señorita Emily pero joder, como sale tanta mierda de ese cuerpo tan pequeño—Damon dijo y le mire sorprendida riendo.

Le limpie, bote y ordene todo, para volver a recostarme, apoye mi cabeza en el hombro de Damon mientras miraba la televisión.

—Si Emily no tiene a alguien como tú en si vida, no se que haré—Le dije y Damon soltó una risita.

—Si a Emily le llegan a romper el corazón, estaré ahí para ella—Me dijo—Y siempre, así que, si tendrá una persona como yo—Le sonreí y le abracé, dejo un beso en mi cabeza y luego apoyo la suya ahí mismo.

—Gracias por todo Damon.

—No es nada, te lo mereces.

Emily soltó una risita ya que jugaba ella sola con su pie, los dos reímos al escucharle.

Welcome to the fatherhood-Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora