Welcome to the fatherhood-Tom Holland

14.

Tom Holland

—¿Que dijo?—Le pregunté cuando termino la llamada.

—Que no hay problema—Me entrego el teléfono—Te llego un mensaje creo—Dijo caminando y entrando al baño.

Vi mis notificación y vi el mensaje de Kate.

—Mierda—Susurre.

Camine al baño y ella me miro con su rostro serio.

—Amor, solo hablamos porque...

—¿Hablan?—Me interrumpió—O sea es algo de los dos.

—Ella me hablo porque necesitaba ayuda.

—En toda la gente que conoce te tiene que hablar a ti, el solucionador de problemas—Salió de el baño.

La seguí suspirando.

—Le gusta Harry—Le dije.

—¿Que?—Se volteó—Dios no puede ser más...

La mire sorprendido y ella se calló.

—No le bastó solo un Holland. ¿Para que quería tu ayuda?

—Quería saber si tenía alguna oportunidad con el.

Ella soltó una carcajada haciéndome reír a mi, me acerqué a ella y la empujé recostándola completamente en la cama.

—¿Que le dijiste?

—Que conociéndolo yo pensaba que no pero no perdía nada intentando.

Río más fuerte y reí con ella.

—Llamaré a Harry en unos días para preguntarle los detalles—Isa dijo levantándose.

—¿Quieres omitir el detalle que te pusiste celosa?—Me levante igual.

Se cruzó de brazos y sonrió.

—No estaba celosa, quería saber porque ella te estaba hablando.

—Ya—Le dije sin creerle.

—De verdad—Ella dijo sonriendo.

—Te creo—Dije acercándome a ella.

—Ti crii—Me hizo burla.

Deje un beso en sus labios.

—Había comenzado a pensar que nuevamente estabas por hacer lo de la otra vez—Dijo mirando mis ojos.

—Dios no, nunca—Le dije negando con mi cabeza—Lo siento mucho por eso—Le dije acariciando su mejilla.

—Con que no hagas algo parecido estamos bien.

La mire pensando en cómo pude defraudarla de esa manera.

—Ven aquí para terminar esto e irnos lo más rápido posible—Tome su mano para volver a ordenar las cosas.

Compre los boletos del avión para irnos en unas horas, así que luego de un rato ya estábamos en el aeropuerto ya listos.

—Dios, si alguien me hubiera dicho que harías planes así pensaría muy bien en casarme o no contigo—Isabelle dijo.

La mire serio.

—Es broma—Soltó una risita—Son una de mis cosas favoritas—Beso mi mejilla.

—¿Cuánto falta papá?—Stanley me pregunto moviendo mi mano.

—Poco cariño—Le respondí dulcemente.

—¿Sabes donde nos quedaremos?—Isa me pregunto enredando sus dedos en mi cabello.

—Si, rente un apartamento por unos días, es hermoso mira—Saque mi teléfono para mostrarle fotos.

Seguíamos esperando que la hora llegara.

—Aún recuerdo cuantas veces nos despedimos aquí—Ella dijo.

—Si, también recuerdo que en el aeropuerto de Nueva York me dijiste te amo y saliste corriendo, esa vez que viajaste para mi cumpleaños.

Le sonreí reviviéndolo en mi mente.

—No y cuando viaje para sorprenderte pero al final terminamos, fue lo peor, era muy difícil tenerte lejos y ver a esa chica con tu camisa me refregó en la cara que lo que más quería no lo podía tener conmigo cada día—La mire amurrado.

—Si, desde ese momento me prometí a mi mismo que nunca dejaría de luchar por ti, me di cuenta que nada es lo mismo si no estás conmigo—Le dije y ella sonrió.

Junto nuestros labios en un cariñoso beso.

Luego de un largo rato ya estábamos instalados en el avión con Stanley sentado en medio.

—Intenta dormir—Isabelle le dijo pasándole su teléfono a Stanley.

Que conociéndolo se quedaría dormido en unos minutos más.

—Yo también dormiré—Ella me dijo.

Le asentí con la cabeza y la observé hasta que se quedó completamente dormida.

Después del viaje de dos horas y medias llegamos a el apartamento.

—Es mucho más hermoso en vida real que en fotos—Isabelle dijo.

—Si.

Acomode todas nuestras cosas para poder descansar.

Me quede dormido en el sofá viendo la televisión aún que no entendía nada.

—Amor—La dulce voz de Isabelle me despertó—Vamos a la cama, Stanley ya está durmiendo—Abrí los ojos y me levante.

Camine con ella y me cambie la ropa para dormir, fui al baño y finalmente me acosté.

—Buenas noches hermosa—Le susurre dejando un beso en su cuello.

—Buenas noches Thomas.

Creo que no tiene idea de cuánto me gusta que me diga Thomas.

—Me encanta que me llames así—Se lo hice saber.

Se volteó para quedar frente frente y escondió su rostro en mi pecho.

—¿Estas muy cansado?—Dijo mirándome con sus coquetos ojos.

—Depende que quieras hacer—Ella soltó una risita y comenzó a besarme.