Welcome to the fatherhood-Tom Holland

38.

Tom Holland

Al escuchar a Ashley decir eso mi corazón se acelero de la mismo forma en la que me dije a mi mismo hace unas horas que no lo hiciera, mire a Isa al mismo tiempo en que ella lo hizo y pude notar el temor en su mirada, Harrison salio de la habitación y volvió con una enfermera que ayudó a Isabelle a subirse a la camilla.

—No habra tiempo para cambiarle la ropa, tendremos que llevarla así—Ella me dijo y le asenti rápidamente.

Movió la camilla abriendo la puerta, no tuve tiempo de mirar a Ashley ni a Harrison solo salí de la habitación atrás de ella, en el ascensor Isabelle comenzó a quejarse, tome su mano y la apriete.

—Ya queda poco—Le susurre y ella me asintió agitada.

Al estar ya todos instalados, rompieron el pijama de Isa y me pusieron miles de cosas encima, me veía gracioso ya que Isabelle aún con su dolor soltó una risita.

—Siempre encuentras el momento para burlarte de mi—Le dije y ella río.

—¿Estás lista corazón?—La matrona le pregunto a Isabelle y ella negó.

Acaricie su frente y me incline hacia ella.

—Tú puedes hacerlo—Le susurre.

—Lo se, no se si ella pueda hacerlo—Me respondió.

Me trague el miedo para mantener la seguridad frente a ella.

—Tiene una madre que puede hacer todo, yo no dudaría de sus capacidades—Le dije y ella cerró sus ojos asintiendo.

—Ok cariño, quiero que empieces a pujar.

Isabelle dio un gran suspiro y sostuve su mano, conté hasta tres en su oído y cerré los ojos con ella.

—Tú puedes amor—Le dije mientras ella se quejaba fuerte del dolor.

—Está bien, respira—La enfermera dijo.

Me miro y asintió respirando conmigo.

—Vamos de nuevo.

—Lo tienes, vamos—Le dije y ella lo hizo.

—Muy bien, solo dos más—La matrona sonrió.

—Falta poco cariño, los últimos esfuerzo para tener a Milly con nosotros—Le seguí hablando.

Pujó dos veces más y asi fue, escuchamos el llanto de nuestra pequeña hija, no aguante y algunas lágrimas se escaparon, nada comparado con el mar que tenía Isabelle.

—Es preciosa, tenemos que llevarla a la incubadora para ponerme algunas vacunas y revisarla, no tardaremos, te lo juro—La matrona dijo con Emily en sus brazos.

Al verla visualicé la forma del rostro de Isabelle y nariz, hermosa, más de lo que nunca me imaginé.

—Estará bien—Bese la frente de Isabelle secando sus lágrimas—Lo hiciste increíble, eres asombrosa—Le dije feliz—Es igual a ti—No podía dejar de hablar.

—Te amo—Dijo entre llantos—De verdad te amo mucho, no se que haría sin ti—Reí al escucharla y la abracé como pude.

—Lo se que es de verdad, yo también te amo, mucho—Bese sus labios.

Me quite toda la ropa que me habían puesto y esperamos ahí, comencé a preocuparme cada vez que pasaba un minutos más.

—Vamos, es mejor que la recibas en tu habitación, le acaban de cambiar ropa, se ve hermosa de amarillo—La enfermera nos dijo.

Sonreí como un tonto.

Al llegar a la habitación Isabelle se sentó con cuidado y los dos estábamos ansiosos de verla, entro ella en una pequeña cuna que posiblemente sea la incubadora, se movía mucho y era pequeña.

—Está todo bien, tienes que alimentarla—La matrona la saco y se la pasó a Isabelle.

Sonreí al ver a las dos juntas, Isabelle le asintió con una lagrima cayendo en sus mejillas.

—Está bien, es preciosa—Le dije cuando sólo estábamos los tres en la habitación.

Isabelle comenzó a amamantarla, el miedo y la preocupación se habían ido de su mirada, solo veía tranquilidad, amor y felicidad.

La pequeña Emily miraba a su mamá con sus grandes ojos abiertos como Isabelle lo hacía a ella, al terminar al fin la pude tener en mis brazos, era tan pequeña que temía a romperla, parecía una muñeca de cristal.

—Emily Jasmine, lindo nombre te pusieron tus papis—Le dije.

Era tan pequeña que su cabeza cabía en mi mano, no dejaría que nadie nunca le haría daño a mi bebé, es un angelito que se merece todo lo bueno lo del mundo, cada segundo mi amor por ella sube sin parar, es todo lo que siempre he querido y al tenerlo aquí hace que parezca un sueño.

—Deberíamos llamar a los demás—Isabelle dijo.

—Espera un segundo—Le dije—Quiero que seamos solo nosotros un momento.

Ella sonrió y asintió, sentí un olor desagradable y reí.

—Así es Tom, es tu hija, tu le heredas esos olores tan agradables—Isabelle dijo riendo.

—Vamos a limpiar a esta pequeña.

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Feliz día de san valentín, literal esto lo tengo escrito hace muchos días y hoy pensé que sería un buen momento para subirlo por san valentín, obviamente se me olvidó y acabo de despertar para ir al baño, cuando me mire al espejo se me vino a la mente, jiji perdón.

Espero que lo hayan pasado muy bien y que haya sido un día llenito de amor, yo la pase muy bien en mi cita con Tom, Isabelle me lo presto por un día.

Cuénteme que hicieron y les responderé cuando despierte.

love u all xx