Welcome to the fatherhood-Tom Holland

10.

Isabelle Roberts

Habíamos comenzado con los preparativos para nuestra boda hace una semana luego de no pensarlo literalmente nada, teníamos la fecha, el lugar y hoy veríamos los invitados.

—Sin contar los familiares porque eso es obvio—Dije sentándome en la mesa.

—Ok—Tomo un papel y un lápiz.

—Comenzamos conmigo porque contigo terminaremos mañana—El río y asintió—Ok, Rafael...

Comencé a nombrar a amigos y familiares lejanos.

Nos pasamos la tarde en eso mientras Stanley estaba en clases.

—Es el trabajo espera—Dije tomando mi teléfono.

Aclare todo y volví a sentarme con Tom para seguir planificando todo.

Llego la hora de ir a buscar a Stanley a clases y nos subimos al auto para conducir a su escuela.

Stanley corrió al vernos, con una sonrisa Tom lo tomo en sus brazos.

—Hola cariño ¿Que tal te fue?—Le pregunté mientras caminábamos hacia el auto.

—Bien, hoy Felipe hizo llorar a Julieta pero yo la defendí—Lo mire sonriente.

—Muy bien Lee—Tom le dijo con una sonrisa.

—¿Vamos por un helado?—Le pregunté entrando al auto.

Tom asintió y fuimos a la heladería.

—Dos de chocolate y uno de frutilla por
favor—Le dije al cajero.

Sentí la mano de Tom en mi cintura y puse mi mano arriba de la suya, dejo un beso en mi mejilla y sonreí dejando caer mi cuerpo en el suyo.

—Te amo tanto—Susurró.

Controlé mis ganas de saltar y reír, y solo lo mire y deje un corto beso en sus labios.

—Yo más.

Recibí los helados y se los pase a los chicos.

—¿Te gusta?—Le pregunté a Stanley y el asintió sin dejar de tomar su helado.

—¿Me das?—Tom dijo.

Reí y acerque mi helado a su boca para que el sacara un poco.

Mientras comía mi helado miraba a Tom y Stanley hablar con una sonrisa involuntaria en mi rostro, quizás soy una tonta porque perdone no una sino dos infidelidades aunque si lo dices así suena de lo peor, pero siento que mi vida no tiene sentido sin Tom ni está pequeña familia.

—¿Quieres pasar a la playa?

Entrelace mi mano con la suya y asentí sonriente.

Sin despegar mi vista de Stanley que caminaba unos pasos más adelante que nosotros hablaba con Tom.

—Quítate los zapatos—Le dije a Stanley.

El corrió con sus piel descalzos por la playa.

—No tan lejos—Le grite.

Con Tom caminamos un poco más lento acercándonos a él.

Reí mirando a Stanley caminar cansado hacia nosotros.

—Tú risa me tiene loco—Tom dijo abrazándome fuerte.

Reí más y pase mis manos por su cintura para abrazarlo.

—Haré que nuestra boda sea mucho más especial de lo que ya piensas—Mire sus ojos y bese sus labios.

—El hecho de que seas tú con quien me case ya lo hace demasiado especial.