Justin Andreotti es un hombre de 29 años, soltero, atractivo, inteligente y sobre todo mujeriego pero también dueño de una importante agencia publicitaria de Nueva York.
Hanna Nowak es una mujer de 27 años, soltera, inteligente, educada, reservada y...
-Si hubiera sabido que todo esto te iba a tener así jamás te hubiera dejado todo el trabajo a ti sola. -No te preocupes, no estuve del todo sola. -¿Nathalie te ayudo? -Demasiado, jamás imaginé que hacer invitaciones le fuera a gustar tanto. -Que bueno que no lo hiciste sola. -Sí, no me cabe duda que mi hermana será una gran madre. -Igual que tú. -Justin, tenemos que hablar de algo importante. -Claro, cuando quieras. -Después de la fiesta de Mia. -Por supuesto. -Tengo que irme, quedé con mi sobrina de hacer una noche de chicas y me están esperando. -Está bien, descansa. -Igual, te amo. -Te amo. -Dale un beso a Mia de mi parte. -Lo haré. -Adiós. -Adiós.
Justin -Papá. -Dime mi amor. -¿Por qué Hanna no ha venido a verme? -Porque hemos tenido mucho trabajo y además su familia está de visita en su casa. -Pero Hanna dijo que nunca me iba a dejar. -Mi amor, Hanna también tiene una familia, tiene hermanos, sobrinos. -¡No quiero, no quiero que Hanna tenga sobrinos! -Mia no digas eso. -¡Ella me prometio que no me iba a dejar! -No te está dejando, y tampoco te puedes poner así porque no vino unos dos; en un par de días es tu fiesta y ella está haciendo todo para que sea el mejor cumpleaños que hayas tenido. -¡Pero ni siquiera vino a ver la casa nueva! -Lo hará.
La mudanza la habíamos terminado en viernes por la tarde y habíamos empezado a organizar algunas cosas con ayuda de mi madre y de Harry, teníamos que tener la mayor parte de la sala y del jardín listo para la fiesta del domingo. Hanna había estado demasiado ocupada y no había ido a ver nuestra casa.
-Mia. -¿Qué? -Dices que no quieres que Hanna esté con nadie más que no seas tú, pero ¿No te gustaría que papá y Hanna se casaran y tener hermanitos? -¿Hanna y tú? -Sí. -¡Sí! -¿Te gustaría que le pidiera a Hanna que se case conmigo? -¡Sí papi! -Pero debes prometerme algo. -Lo que sea. -Tienes que dejar de ser tan celosa con Hanna, ella tiene sobrinos y tienes que entender que también los quiere y ellos a ella. -... Ok, está bien. -Prométeme que no harás una rabieta. -Lo prometo. -Eso, ahora vete a dormir porque mañana tenemos que seguir con la mudanza. -Ok, buenas noches papi; te quiero. -Te quiero mi amor.
-Buenas noches tío. -Buenas noches princesa.
Harry se estaba quedando en casa con nosotros mientras arreglaban algunas cosas en su departamento.
-Que tóxica es tu hija. -Ni me digas, es una locura. -Bueno y ¿Es enserio lo que dijiste? -¿Qué cosa? -Pedirle matrimonio a Hanna. -No sé, lo he estado pensando y mira...
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-¡Compraste el anillo! -Pase por una joyería buscando unas cosas para la fiesta de Mia y cuando me di cuenta ya tenía el anillo. -¿Y cómo piensas pedirle matrimonio? -No tengo ni idea, sé que Hanna quiere mucho a Mia y había pensando en involucrarla en todo esto, pero después me puse a pensar que en realidad no hemos tenido el tiempo suficiente a solas y me gustaría que también fuera algo íntimo; los dos solos y algo romántico. -Mi hermana llega en una semana ¿Por qué no aprovechas que es Au Pair, puede cuidar de Mia y ustedes se pueden ir a algún lado y le pides matrimonio; o si no quieres dejar a Mia en Nueva York se la pueden llevar y mi hermana la cuida. -No había pensado en eso y es una buena idea ¿Crees que Mariana quiera? -Claro. -Hablare con ella cuando llegué y si acera entonces nos vamos a alguna playa o algo así. -Bali, Bora Bora, Las Maldivas... -Bali se escucha bien. -Hermano, estás cayendo en lo que no querías. -Me enamoré Harry. -De mi compañera del colegio. -Hablando de eso ¿Sabes algo de Noah? -Nada, desde que Hanna le dijo que estaban juntos y se fue, no sabemos nada de él. -Espero que esté bien. -Se había hecho falsas ilusiones con ella, siempre fue así. -Renunció por mail. -Así es Noah. -... -¿Qué pasa? -Es el investigador. -¿Tiene información de la mamá de Mia? -No, le pedí que investigara a otra persona y dice que mañana me enviará toda la información que le había pedido. -¿Se puede saber a quién? -No importa.
Prefería no decir nada hasta tener la información del investigador, Harry diría que era un paranoico y no quería discutir con él. -Por cierto, mañana tengo una cita en la noche así que no vendré a cenar. -¿Una Cira? -No es una cita como tal, voy a acompañar a una amiga a cenar. -Es una cita. -No, en serio no lo es. -Como sea.... Hanna tampoco va a estar libre mañana. -Lo sé. -¿¡Ah!? -... Ya me lo había dicho, dijiste que tenía algo que hacer con su hermana. -¿Te lo dije? -Sí. -Ah, ya no sé dónde tengo la cabeza. -En esa cajita que tienes en las manos. -La verdad sí. -¿Mañana van a venir a decorar el jardín? -Sí, Hanna y sus hermanos van a venir temprano. -Entonces guarda bien el anillo. -¿Lo puedes guardar en tu departamento? Yo te digo cuando lo voy a necesitar. -Seguro. -Gracias. -Bueno, yo me voy a dormir. -Yo igual, mañana será un largo día. -Así es esto de ser papá. -Ya cállate.
Me fui a mi habitación y Harry a la suya, Mía tenía su habitación y su estudio independiente de la mía. Entré a mi baño a lavarme los dientes y vi el cepillo de Hanna, no lo había usado ni una sola vez ya que nunca había estado en esa casa, Mary era la nana de Mia y Susana era la hija de Mary y quien nos ayudaba con la limpieza y la organización de la casa; cuando nos mudamos le pedí que guardara las cosas de Hanna en uno de los closets y la mía en otro pero todo seguía en cajas ya que esperaba a que Hanna lo acomodara a su gusto.