Capítulo 13

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Mia era una niña muy dulce, tenía la mirada de Justin y su sonrisa.

-Mia ve a bañarte y a alistarme.

-Justin, tu hija tiene 4 años, aún no es tan autosuficiente.
-No entiendo.

-Ven princesa, vamos a darte tus hot cakes y tu leche... Papá se va a bañar y a alistarse.
-Ok.

-Tú haz tus cosas, yo me encargo de ella.
-¿De verdad?
-Sí.
-Gracias.

Mientras Mia desayunaba yo corté fruta e hice pan francés y café para Justin.

-Huele muy bien.
-Preparé café.
-Gracias.
-De nada, bueno yo me voy.

-¡No... Quédate!
-¿Quieres que me quedé?
-Sí.
-Pero tu...
-Me caes mejor que la novia de mi papá.
-¿Novia?

-Quedate a desayunar con nosotros y te cuento lo que pasó.
-¿Y si llega tu novia?
-Por favor quédate.

-¡Quedate!
-Bueno, me quedo porque tú me lo pides.
-Gracias.
-Con una condición... Para los dos.

-¿Cuál?
-Tú lavas los platos.
-Trato.

-Y usted señorita se va a bañar y a poner bonita en cuanto yo terminé de desayunar.
-No quiero.
-Entonces me voy.
-... Está bien.

-Papá ya termine ¿Puedo ver televisión?
-Sí Mia.

Mía se fue a la habitación de Justin a ver televisión mientras nosotros hablábamos y desayunabamos en el comedor de la cocina.

-Por favor señorita.
-Gracias.
-Tú hiciste el desayuno, yo te sirvo.
-Que amable... Tu hija es muy linda.
-Sí, es extraño.
-¿Tener una hija de 4 años de la noche a la mañana?
-Sí.
-No entiendo como es que no sabías de ella.
-Mi vida fue algo...
-¿Loca?
-Sí.
-Una noche de alcohol.
-Exacto.
-¿Y su mamá?
-No sé, no puedo recordar quien es, ni siquiera estoy seguro de que ella sea mi hija.
-¿Por qué no haces una prueba?
-No puedo traumatizar a una niña tan pequeña llevándola a hospitales y sacándole sangre.
-¿En que siglo vives?
-¿Por qué?
-Hace años que dejaron de ser así las pruebas de ADN.
-Perdón, no es como que me salgan hijos todos los días.

-Perdón, no es como que me salgan hijos todos los días

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-¿No vas a contestar?
-No... Después lo llamo.
-¿Noah?
-Sí.
-Hanna, Harry me dijo que no estabas muy feliz por mi decisión en contratar a Noah.
-No es que no esté feliz, Noah es mi mejor amigo pero en algún momento de mi vida creo que dejé de vivir como Hanna para empezar a vivir como Hanna y Noah, la agencia era mi espacio libre de él.
-Y es mi culpa que ahora no tengas tu espacio libre de Noah.
-No, no es culpa tuya, creo que es el destino que se empeña en acercarme a él.
-¿Noah y tú...?
-¿Tenemos algo?
-Sí.
-No, somos amigos desde hace 11 años, pero no lo veo como algo más que un amigo e incluso lo quiero como un hermano.
-Si quieres puedo hablar con él para que no vaya a la agencia más que cuando sea necesario.
-No, está bien.
-No quiero que estés incómoda.
-Estaré bien.

Sonó el timbre del departamento, ambos volteamos a ver la puerta unos segundos y después nos vimos mutuamente.

-Debe ser Harry.
-¿Quieres que abra?
-No te preocupes, yo voy.
-Okay, voy a recoger la mesa.
-Quedamos que yo lo haría.
-Para la próxima te toca a ti.
-Okay.

-¿¡Johana, qué haces aquí!?
-Justin pensé en lo que pasó con la niña esa, y mi amor tengo la... ¿¡Qué hace está tipa aquí!?
-¡Johana por favor!
-Justin está mujer no tiene nada que hacer en tu casa.

-Mira Johana, en la agencia no puedo decir nada porqué eres mi jefa, pero fuera de ese lugar somos mujeres y no te voy a permitir que me hables así.
-Escuchame bien Hanna...
-¡Tú escuchame!... La próxima vez que te sientas superior a mí fuera de la agencia no voy a usar palabras ni voy a ser educada ¿Entendiste?

-Voy a ver a Mia.
-Gracias.

Justin
-¿Con qué derecho vienes a mi departamento a hablarle así a Hanna?
-Justin no puedo creer que la defiendas.
-Mejor dime a que viniste y vete por favor.
-Toma.
-¿Qué es esto?
-Algunos de los mejores internados en Europa, así cuando nos casemos podemos enviar a la niña a una buena escuela en el extranjero.
-¿Estás insinuando que enviaré a mi hija a un internado?
-Amor yo fui a uno de pequeña y veme ahora.
-Johana, no voy a enviar a ningún lado a mi hija... Si tú no aceptas a Mia te puedes ir.

En ese momento me dio miedo de que aceptará casarse conmigo a pesar de que no quería a Mia pero no fue así, dejó los folletos en la mesa y se fue molesta asotando la puerta después de que salió.

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