Capítulo 65

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Después de comer Mia hizo la tarea y como estaba lloviendo nos fuimos a la cama a ver películas en pijama los tres. Mia se quedó dormida a la misma hora de siempre pero en nuestra cama.

-Voy a llevar a Mia su cama, ahora vuelvo.
-Espera, no le di su beso de buenas noches.
-Ok.

Justin iba saliendo de la habitación con Mia en brazos cuando se escuchó el timbre de la casa, ninguno de los dos estaba esperando a nadie y eso se nos hizo extraño.

-¿Esperas a alguien?
-No, espera aquí, yo voy.
-Ok.

Esperé a Justin en la sala en lo que el iba abrir la puerta.

-¿Rebeca qué haces aquí?
-Siento venir a esta hora Justin pero solo vengo a despedirme.

-¡Rebeca!
-¡Hanna!
-¿Qué haces en mi casa?
-Vine a despedirme de Justin... Y de ti.
-¿Por fin te vas?
-Sí, tengo que irme a Miami por trabajo.
-Que bueno, que tengas buen viaje.
-Hanna sé que no te caigo bien y en serio lo siento pero el que me odies no cambia el pasado que tuvimos Justin y yo.
-Yo sé que no cambia el pasado pero sí el futuro.

-Justin te espero en la cama.
-Ahora voy.

Me fui a la habitación dejando a Justin con Rebeca en la puerta de la entrada de la casa.

Justin
-Entonces te vas.
-Sí, no sé si sea permanente o definitivo todavía.
-Como sea que te vayas espero que te vaya bien.
-Gracias, también espero que te vaya bien.... Bueno, me voy.
-Adiós Rebeca.
-¿Puedo darte un beso?
-Claro.

No me imagine que el beso que quería era en la boca, me tomó por sorpresa de las mejillas y me beso.

-Adiós Justin.
-Adiós.

Me quedé en shock unos segundos, cerré la puerta y subí a la habitación con Hanna, entre derecho al baño y me lave la boca y la cara.

-¿Se fue?
-Sí.
-¡Gracias a Dios!
-Eso te pone feliz ¿No?
-Mucho.

Hanna me abrazó por el cuello y me beso, esos eran los únicos labios que quería besar por el resto de mi vida, la tomé de la cintura y le devolví el beso.

-¿Qué hice para merecerte?
-No sé, pero soy muy feliz contigo.
-Y yo contigo.

Fuimos a la cama y Hanna se quedó dormida poco después de acostarnos; yo no podía dormir porque por alguna razón en cuanto cerraba los ojos lo primero que veía era a Rebeca besándome y no entendía porque.
Los meses pasaron y la casa era una completa locura con mi madre en ella, Hanna cada día estaba más cansada por el embarazo y Mia ya había salido de vacaciones de verano así que Nathalie ayudaba en casa a Hanna y llevaba a Mia a su curso de verano.

Hanna
-Buenos días.
-Buenos días Nath que bueno que llegaste.
-¿Qué pasa?
-¡Ya no puedo con la madre de Justin!
-¿Por qué?
-He lavado la ropa de Charlie dos veces.
-¿Toda?
-Sí y las cobijas.
-¿Por?
-Mi suegrita quiere que todo esté perfectamente limpio.
-¿Y una lavada no es suficiente?
-Al parecer no, no siquiera he podido darme un baño y en serio quiero hacerlo; desde anoche he tenido mucho dolor en la espalda baja.
-¿No son contracciones?
-No sé, nunca he tenido un hijo.
-Ve a darte el baño, te preparo tus cosas.
-Gracias.

Justin
Estaba en la oficina trabajando cuando llegó una sorpresa inesperada.

-¡Sorpresa!
-¿¡Rebeca!?
-Hola Justin.
-¿¡Qué haces aquí, qué no estabas en Miami!?
-Estaba, pero tomé una semana de vacaciones y vine a visitarte ¿No te gusta mi sorpresa?
-Eso creo.
-¿Estás muy ocupado?
-No mucho.
-¿Qué te parece si te invito a desayunar?
-¿Ahora?
-Sí, no acepto un no como respuesta.
-... Está bien, vamos.
-Genial.

Hanna
Me estaba bañando cuando se ti un dolor bastante fuerte en la espalda que quise detenerme de la pared pero me resbalé y me caí en la regadera.

-¡AAHH!
-¡HANNA!
-¡NATHALIE AYÚDAME POR FAVOR MI BEBÉ!
-¡Tranquila, respira por favor cálmate!
-¡Me duele mucho la espalda ayúdame por favor!

-¿¡Hanna qué pasó!?
-...

-¡Señora llamé una ambulancia por favor, yo voy a ayudar a mi hermana a vestirse!
-¡Ya voy!
-¡Apresures!
-¡Sí, sí!

Mi hermana me ayudo a vestirme, yo estaba muy asustada y me dolía mucho la espalda, la ambulancia no tardo mucho en llegar.

-¡Yo voy con ustedes!
-¡No, mejor quédese aquí; Mia llega a medio día del curso!
-Pero...
-Por favor haga lo que le digo.
-Está bien.

-¡Nathalie por favor llama a Justin!
-Sí tranquila que yo lo llamo.

Nathalie
Llamé a Justin infinidad de veces camino al hospital pero no atendía, solo sonaba y me enviaba a buzón; no quise dejarle ningún mensaje hasta que Hanna estuviera ingresada en el hospital.
En cuanto llegamos la metieron los paramédicos a urgencias mientras yo llenaba su hoja de ingreso.

-Señorita ¿Sabe cuánto tiempo tiene de embarazo?
-Le faltan tres semanas.
-¿Que parentesco tienen?
-Soy su hermana.
-Debido a la caída provocó que rompiera el saco amniótico y comenzara la labor de parto, no ha dilatado lo suficiente así que tendremos que hacer una cesárea de emergencia para sacar al bebé antes de que se quede sin líquido por completo.
-Hagan lo que sea pero que estén bien.
-Cálmese, todo saldrá bien pero es necesario que avise a su familia.
-Sí yo ahora me comunico con ellos.
-De acuerdo, permiso.
-Gracias Doctor.

Volví a llamar a Justin pero no respondió el teléfono, mi otra opción casi segura era Harry así que lo llamé a él.

-Hola Nath ¿Cómo estás?
-¡Harry!
-¿Qué pasa, por qué lloras?
-¡Hanna se cayó en la regadera y ahora estamos en urgencias, el Doctor dijo que tienen que hacerle una cesárea de emergencia porque sino puede morir el bebé y tengo mucho miedo que algo le pase a cualquiera de los dos!
-¡A ver cálmate y dime en cuál hospital están!
-En el que tiene el seguro.
-Ok ya se cual es, ahora voy ¿Justin está allá?
-¡No, lo he estado llamando pero no contesta el teléfono!
-Cálmate, yo ahora lo encuentro y voy para allá.
-¡Apúrate por favor, tengo mucho miedo!
-¡Ya voy Nathalie!

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