MI FAMILIA PERFECTA

Capítulo 38

No estaba seguro de lo que iba a encontrar en ese mail que envió el investigador, pero me sentía más aliviado de saber que la madre de Mia no estaba libre por las calles y mi hija estaba segura conmigo y Hanna.

-Sabes que cuentas conmigo para lo que sea.
-Gracias hermano.

-Yo también estoy para ti mi amor, sabes que estoy a tu lado para todo.
-Gracias mi amor, ahora me siento más tranquilo porque sé que Mia está segura.

-Bueno, yo los dejo.
-¿Es todo?
-Sí, pero sí estos papeles no se van hoy mismo a Paris entonces perdemos el proyecto.
-Está bien, gracias por venir hasta acá.
-De nada, nos vemos mañana.
-Hasta mañana.

-Adiós Hanna.
-Adiós.

-¿Estás bien Justin?
-Sí, estoy bien.

Le pedí al investigador que me dijera todo sobre Estéfano porque había algo en él que no me gustaba desde que tuvimos la reunión en la empresa y si íbamos a trabajar juntos y de la mano con Hanna quería estar seguro de que ella no corriera ningún peligro estando cerca de ese tipo.

-¿Nos vamos? Tengo que revisar la información que me envió el investigador.
-Sí, claro.

Regresamos al departamento y Justin se puso a revisar su mail mientras que yo guardaba las cosas que Justin había comprado para mí, algunas cosas en el baño y otras me dijo que las guardara en su habitación.
Un poco después de que habíamos llegado, la madre de Justin llegó con Mia quien entró corriendo a la habitación de su papá llorando.

-¡Mia, Mia!
-...

-¿¡Qué pasa mamá!?
-¡No sé, estábamos en Zoológico y de repente empezó a llorar y pidió volver a casa!

-Yo voy con ella.
-¿Segura?
-Sí, tranquilo.

Hanna fue a ver a Mia mientras yo hablaba con mi madre, no entendía que estaba pasando con mi hija y me estaba preocupando.

-¿Quién es ella?
-Dime la verdad ¿Qué pasó con mi hija?
-Te hice una pregunta Justin.
-También yo te hice una pregunta y a mi parecer es más importante que respondas tú ¿Qué pasó con Mia?
-¿Es otra de tus amiguitas?
-¡No mamá, ella es mi novia y está es la última vez que te lo pregunto!... ¿Qué pasó con Mia?
-Ya te dije que no sé, estábamos en Zoológico a punto de comer algo cuando se levantó de la silla y me pidió volver a contigo.
-¿La dejaste con María José?
-Sí, las niñas estaban en la mesa mientras Alexa y yo comprábamos los almuerzos de ellas.
-¡Genial mamá!... María José es igual a su mamá.
-¿Estás diciendo que María José fue quien hizo llorar a tu hija?
-¿Ya se te olvido quien me hacía la vida imposible cuando éramos niños?... Voy a ver a mi hija.

Fui a mi habitación a ver a Mia, cuando entré Hanna la tenía abrazada y ya estaba un poco más tranquila.

-Hola mi amor.
-Hola.
-¿Quieres decirme qué pasó?
-Ya le dije a Hanna, no quiero decirlo más.
-Ok, entonces no voy a insistir.
-Papi.
-Dime.
-¿Tú me quieres?
-¡Por supuesto que te quiero mi amor, eres la persona más importante de mi vida!
-¿No me vas a dejar nunca?
-Jamás.

-Hanna.
-Dime princesa.
-¿Tú me quieres?
-Mucho.
-Pero no soy tu hija.
-Eso no importa, yo te quiero mucho aunque no sea tu mamá de verdad.
-¿Quieres ser mi mamá de mentiras?
-¿¡Yo!?

Hanna y yo nos quedamos viendo unos segundos y ella respondió.

-Claro que sí, nada me hace más feliz que ser tu mamá de mentira.
-¿Te puedo decir mamá?
-Tú puedes decirme como quieras.
-¡Te quiero mucho... Mamá!
-Yo a ti princesa.

Los ojos de Hanna se llenaron de lágrimas al igual que a mí, entendí que todo había sido por no tener una madre presente en su vida y para ella lo más importante era tener una familia completa aunque no fuera con su madre biológica.
Después de un rato Mia se quedó dormida y Hanna la acomodo en la cama, la dejamos descansar y fuimos a la sala con mi madre.

-Mamá te voy a presentar a mi novia... Ella es Hanna, la mujer más maravillosa que he conocido.
-...

-Amor, ella es mi madre, Francesca Andreotti.
-...

-Mucho gusto Hanna, Justin me habló de ti.
-El gusto en mío.

-Bueno, yo me voy.
-¿Te vas?
-Sí, creo que tienes mucho que hablar con tu madre.
-Está bien, me avisas cuando llegues a casa ¿Ok?
-Sí.

-Señora Andreotti, de nuevo mucho gusto en conocerla; yo me retiro.
-¿No te quedas a cenar?
-No puedo, tengo cosas que hacer en casa.
-Está bien.
-Hasta luego.
-Nos vemos.

-Te acompaño a la puerta.
-Ok.
-Antes de que te vayas quiero darte una cosa.
-¿Qué?
-Esto.
-¿Las llaves de tu departamento?
-No son las llaves de este departamento; son las llaves de nuestra nueva casa... Ya firmé la compra de una casa y quiero que tengas las llaves.
-Pero...
-Si quieres hablar de eso puede ser después.
-Está bien.
-Adiós.
-Adiós.

Le dí un beso antes de que se fuera y después volví con mi madre.

-¿Quieres contarme de ella?
-¿Qué quieres saber? Ya aprendí a no decirte más de lo que preguntas.
-Quiero saber todo de esa chica ¿Quién es su familia, a qué se dedica, cómo se conocieron?
-Mejor te voy a decir lo que quiero que sepas de ella... Trabajamos juntos en la empresa, ahí nos conocimos y es de Polonia; sobre su familia no te voy a decir nada.
-¿Aceptó así de fácil a tu hija?
-Sí mamá, ya te dije que Mia y Hanna se quieren mucho... Por cierto, el domingo haremos una pequeña fiesta de cumpleaños para Mia en la casa nueva, esperaba que la primera fiesta en esa casa fuera para festejar que nos mudábamos, pero lo mejor será que la inauguración sea con el cumpleaños de mi hija.
-¿Tu novia sabe de la fiesta?
-¿Quisieras dejar de ser tan despectiva cuando hablas de Hanna? No me gusta que hables así.
-Ok, perdón.
-Tomás, es para ti.
-¿Qué es esto?
-Abrelo.

Le dí a mi madre un obsequio de cumpleaños adelantado y dentro de la bolsa de Gucci había una pequeña cajita con las llaves de la casa nueva.